Hay algo muy evidente y que uno sabe que no va a funcionar en una película como SABEN AQUELL, atildado biopic sobre Eugenio, un humorista que extraía su humor de la falta de gracia, y que durante la década de los 80 (también en los 90) fue un fenómeno hasta el momento irrepetible. Eugenio fue un extrañísimo puente entre el cuentachistes casposo y el actor de stand-up, incluso en su vertiente más experimental, por cuanto no necesitaba forzar una situación para crear una atmósfera irresistiblemente cómica. Y lo que no funciona es eso, estructurar un relato cinematográfico sin tener que depender de la fascinación del personaje, a lo que contribuye un David Verdaguer tan mimético en lo gestual como horrísonamente ataviado para que el truco surta efecto. Trueba podía haber prescindido del personaje, cobrar distancia y usarlo para invadir todo un tiempo de transiciones e incertidumbres, que el cine español tan asépticamente sigue abordando. El resultado es un film "sin historia", convencional en lo narrativo, y únicamente sustentado por la invocación de un fantasma más desenterrado que biografiado. Gallina, huevos, oro...
Saludos.
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