Como buena película unineuronal, un solo pensamiento me sobrevino tras ver MORTADELO Y FILEMÓN. MISIÓN: SALVAR LA TIERRA. Me preguntaba cómo sería, ahora que el gran Ibáñez ya no está, un apócrifo acercamiento muy serio, y muy destroyer, a los agentes de la T.I.A. Imaginemos a Grant Morrison, por ejemplo, ubicando a nuestros protagonistas entre un thriller metafísico, mientras apuran un whisky a media luz, acopiando sus anécdotas con rictus cansado, hartos de acumular golpizas. Sería una posibilidad, muy de hacerse cargo de que finiquitaría cualquier carrera, pero que sería lo único que yo aceptaría en imagen real, dado lo imposible de seguir el anárquico ritmo de la viñeta. Ésta es aún peor, con un trasiego de sketches gastados, demasiado vistos, sin aportar maldita sea la cosa por lo que pudiese merecer la pena perder algo más de media hora en algo así. Para colmo hay animación integrada, pero de la mala, como de los ochenta, pero mala. Y mandaron a tomar viento a Benito Pocino, porque el hombre se veía mal pagado, y alguien decidió que Edu Soto con látex valía, y que como no somos nada... y sapristi... y merluzos... y que no la vean y lean los tebeos...
Terrible,
Saludos.
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