No me atrevería a afirmar que "Loch Henry" sea el peor episodio de BLACK MIRROR, porque sería demasiado exponer, y tampoco merece la pena. Es un episodio flojo, mucho, y lo es por varias razones. La fundamental es que no guarda ninguna conexión con el espíritu de la serie, si por "espíritu" tuviésemos que entender la constitución de una filosofía que impregne cada episodio hasta integrarlo en un todo más amplio. Esto no ocurre siempre, pero aquí me parece sintomático. Estamos ante una historia de terror, donde el uso de la tecnología es anecdótico, y que incurre en un error tan típico como imperdonable. Ni siquiera el equívoco de su tono, dándole la apariencia de una comedia negra hasta bien entrado su metraje, logra despistar ni metamorfosearse en ese brillante giro de guion. En lugar de ello, no creo que haya que ser especialmente avispado para descubrir dónde está el truco. Es decir, que no cumple ningún cometido, porque ni es entretenida ni ingeniosa. Y aun así, fíjense, porque no les pienso destrozar ni un gramo de su previsible trama, estando seguro como estoy de que lo van a pillar a la primera. Sólo ya en su desganado epílogo, Brooker vuelve sobre lo que parece ser el "motivo encubierto" de esta sexta temporada... Tarde y mal.
Saludos.
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