lunes, 8 de febrero de 2021

Peripatéticas


 

He visto THE MIDNIGHT SKY y no he entendido nada. No sé qué hacen sus personajes, qué quiere decir el guion, ni dónde están, ni por qué. Nada. Y aún podría haber celebrado algo si esta confusión fuera deliberada, con autonomía delineada desde la obra original, porque no es necesario disponer de una caligrafía clara para entender una intención. A medio camino de todo, George Clooney se luce y hace lucir cada escena, la remarca, satina y rubrica, con la convicción del "relato importante", a lo mejor tan sólo circunspecto y artificialmente emocional. Ya la premisa inicial es indefendible, con un planeta Tierra que se hace inhabitable, la gente yéndose a otro que ha descubierto (miren ustedes por donde) el único hombre que se queda atrás ¿por qué? Pues porque es un santo, un tipo buenísimo que va a sacrificarse para ayudar desde su mastodóntica base ártica a las naves que pululan por el espacio. Que tenga una enfermedad terminal es lo de menos, incluso para marcarse un viaje por ese espacio hostil, y que le queden fuerzas para sobrevivir a las gélidas aguas y borrascas infernales. Todo cabe en este superrefrito, también esas escenas cansinas, milveces repetidas, en las que se crea un ambiente distendido (esta vez escuchando a Neil Diamond en el espacio), se presenta y enfatiza a un personaje, y sabes que efectivamente va a morir a continuación. Demasiados lugares comunes para una historia tan dispersa y fría. Y aun así, fíjense si la he visto con indulgencia, porque le podría haber perdonado todo esto y no juzgarla tan duramente. Nada de esto me es posible cuando me doy cuenta de que el engaño al que el guion nos somete durante todo el metraje no tiene la menor sutileza.
Intrascendente.
Saludos.

2 comentarios:

ricard dijo...

Y ni siquiera es entretenida.

Saludos.

dvd dijo...

No, no lo es.
Un saludo.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!