Que Alexander Payne es uno de los directores que más cosas con sentido dicen en sus películas, es algo que también nos debería hacer reflexionar acerca del habitual sobredimensionado que padece el cine comercial. Y DOWNSIZING es una estupenda prueba de ello. Quizá parezca que la cosa va de tamaños, puede que sea así en esta hermosa (y dura, inocente y sabia) fábula distópica, en la que se nos cuenta que la humanidad ha llegado a la solución de todos sus problemas: unos científicos noruegos han logrado el milagro de reducir cualquier cosa a apenas unos centímetros, lo que incluye a las personas. Así, se crea una especie de "nueva sociedad", la de "los pequeños", que no sólo necesita proporcionalmente menos recursos para sobrevivir, sino que al fin puede permitirse toda clase de lujos, ya que estos representarían algo insignificante en la "vida real". A partir de ahí, Payne podría haber recorrido cualquier sendero narrativo, llevarnos hacia la paradoja, la comedia existencial, la angustia del hombre encogido o simplemente el relato de ciencia ficción. En lugar de escoger, el guion (firmado por él mismo junto a Jim Taylor) es capaz de abarcar secuencialmente cada una de estas posibilidades, comenzando por el soberbio retrato del hombre común, encarnado por un maravilloso Matt Damon, que lo pierde absolutamente todo justo cuando toma la decisión más trascendente de su vida, y sólo para recuperarse a sí mismo, comprenderse a sí mismo, mientras acepta que, creámoslo o no, todos tenemos cabida en este mundo.
Es hermosa, es tierna, es jodida, y nos hace reflexionar sin juzgar absolutamente a nadie.
En mi opinión es una obra maestra, pero puede que aún falte un tiempo para que podamos entender su mensaje.
Saludos.
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