I ONDE DAGER (EL VIAJE), fue la inesperada aportación de Netflix este año en Sitges. Primero porque no esperaba a un tipo tan salvaje como Tommy Wirkola absorbido por la plataforma, ni que la película a presentar fuese una producción netamente noruega. Así las cosas, EL VIAJE es una comedia negra, con los habituales toques gore de su autor, un sentido del humor ligeramente pedestre, pero con todos los ingredientes para no defraudar a los muy amantes del género. El género, ya digo, es esa comedia ácida, corrosiva, que nace de la aberrante relación entre un matrimonio, y que han decidido hacer un último viaje a una apartada cabaña. Será el último... para uno de los dos. La película es, finalmente, demasiado larga, estirada, y a Wirkola se le nota mucho que toda la primera parte no es más que un preámbulo para el sangriento tercio final, donde ya no hay reglas y apenas importan las amputaciones y salpicaduras varias. Una película extrañamente dirigida, con dos actores (Noomi Rapace y Aksel Hennie) que dejan traslucir ese odio soterrado que ambos personajes se tienen, y que introduce un sorprendente giro justo a la mitad del metraje, pero que, insisto, más que un alarde de guion, todo responde a llevarnos hasta la matanza final, eso sí, estupendamente coreografiada, pero que contribuye a que sigamos sin considerar a Wirkola más allá de un gamberrete con cierto talento.
Curiosa.
Saludos.
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