jueves, 23 de diciembre de 2021

Rodar en la niebla


 

Y así, llegamos al último título dedicado a Mario Camus, el que fue su último film también. Filmada ya con 72 años, EL PRADO DE LAS ESTRELLAS es una película fallida, mal montada, discretamente interpretada, y con el escaso aliciente de algunas escenas de ciclismo, deporte que fue una gran pasión del santanderino. De nuevo vuelve a ocurrirle, Camus quiere contar demasiadas cosas, establecer lineas narrativas que están demasiado alejadas unas de otras, como para obtener una historia sólida y significante. Por un lado está Alfonso, un señor mayor que visita a Fernanda en una residencia, ya que fue la mujer que le cuidó cuando se quedó huérfano. A Alfonso se le aparece un joven en bicicleta, Martín, al que le adivina cualidades, que sin embargo habrá que pulir. Por otro lado, está la hermana de Martín, que trabaja en la residencia e inicia un romance con un restaurador de motos, aunque espera la visita inminente de un antiguo amor. La señora Fernanda, ha elaborado un testamento en secreto, donde deja una importante cantidad de tierras a Alfonso, en vista de que sus familiares jamás se han preocupado de ella; hecho éste que desencadena una serie de acciones legales contra el inesperado beneficiario. Así las cosas, quiero creer que hay una historia muy bienintencionada aquí, ensalzando a quienes se preocupan por los demás, no por lazos familiares, sino por que de alguna manera continúen sus labores cuando ya no estén. Podría ser eso, pero el resultado es decepcionante para un director tan laureado; una especie de culebrón sin tiempo para desarrollarse, con demasiadas escenas sobrantes y, ya digo, un estupefacto reparto, a cual más antinatural. Una lástima, porque hay destellos de simbolismo detrás de cada historia, pero o no se quiso o no se pudo hacer mejor.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!