lunes, 21 de julio de 2014

Bastardo #1



Hoy, mañana y pasado, quedarán resueltos por tres cortometrajes que iniciaron el devenir de tres de los directores que actualmente podríamos considerar "polémicos", por poco que me guste el término. Dos son mexicanos y uno francés, y ustedes los conocen igual que yo. El primero es Carlos Reygadas, un director poseedor de un talento visual que, ahora mismo, me parece insuperable, pero al que le pesa la carencia de un pulso narrativo más reconocible y asimilable. MAXHUMAIN fue un escueto corto (6 minutos) que Reygadas filmó en Bélgica tras reconocer que su futuro como jurista internacional no iba a llevarlo a ninguna parte. Allí encontró financiación, apoyo moral y, en fin, una justificación para convertirse en cineasta. MAXHUMAIN es, si acaso, un guiño a Buñuel, melancólico y turbador, con el ruido del oleaje en una playa de fondo y una sencilla conversación entre un niño y su madre. Buscando el punto de ruptura, de improviso, Reygadas, sin avisar, convierte al niño en joven y muestra el pecho semidesnudo de la madre; se logra así el efecto surreal u onírico del relato soñado o simplemente evocado. Con aún una carta más que mostrar, el corto se cierra con otro personaje (quizá sueño también) que asiste horrorizado al crecer de la marea sobre su cuerpo inmóvil y que luego Reygadas ha usado como imagen-icono recurrente. No es que sea un impacto bestial, y de hecho me parece un corto bastante normalito, pero es cierto (suele ocurrir) que pueden rastrearse constantes en su cine posterior.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!