lunes, 30 de septiembre de 2024

Segunda y fuera


 

THE WOLVERINE, de 2013, ejercía como un extraño preámbulo para un film muy superior, como posteriormente fue LOGAN. A ello contribuye decisivamente la decisión de reclutar a un director como James Mangold, que tantas veces ha demostrado su solvencia en la realización, como una pesadez narrativa acuciante. Con un ritmo desigual, hay momentos deslumbrantes, como el arranque en plena WWII, a los que siguen interminables parrafadas que rozan el ripio, y que le dan un aire de falsa circunspección. Lo que mejor funciona es la recreación de esa estética "a lo Frank Miller", urbana, abigarrada, de grandes contrastes cromáticos, pero que no es suficiente para ejecutar esa "gran obra superheroica", apenas intuida en algunas coreografías medianamente hábiles, y por supuesto en la entrega de un Hugh Jackman omnipresente y dueño y señor de esta película que uno no se atreve a decir si es muy mala o muy buena. Yo creo que no es ni una cosa ni otra.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!