Recuerdo ver THE EGYPTIAN hace eones, presumiblemente en casa de mis abuelos, con barquitos de pero, queso fresco y membrillo, el regaliz que se llamaba como una tienda de ropa y un ventilador que no desentonaría para Chandler. Me juego que en un Sábado Cine. Kilómetros de felicidad en base a ropajes y peinados extraños, esos señores que se colaban en tu comedor declamando en falsete, mientras miraban sin pestañear un punto de inconcreción al lado del señor que imprimió aquello de "Tócala otra vez, Sam". Cuarenta veranos después, me sorprendo pasándolo igual de bien, con moderación pero ninguna culpabilidad; y descubriendo que el protagonista no era Victor Mature, sino Edmund Purdom, que tenía una voz portentosa pero era un actor mediocre, y también podría ser el padre de James Franco, lo juro. Otro verano (el pasado, creo) terminé la tortura de leer el texto de Mika Waltari, que se asfixiaba en descripciones pueriles para terminar contando lo que Curtiz hace con algo más de ligereza. Sinuhé era un cuñado insoportable ("consejos vendo..."), y todo lo que le pasa le pasa por borracho, putero y bocachancla, lo que le convierte en el primer antihéroe del Hollywood clásico. No me extraña que terminara triunfando Horemheb, que sólo era un chupaculos medrador de manual. En fin, una película con un ritmo rarísimo para una gran producción de la época, y que supuso un revés económico del tamaño de Tebas para el mamoncete de Zanuck, aunque se agenció como querida con pisito a la pobre Bella Darvi, cuya biografía haría sollozar a cualquier persona con buen corazón. Esto le daba un punto por encima de dos estrellas como Gene Tierney y Jean Simmons, relegadas a roles de peso relativo ¿Si hay que revisarla? Comparemos épocas, si habemus magdalena proustiana no debe haber dudas...
Saludos.
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