La historia de Kate "Ma" Barker forma parte de la leyenda negra americana, y Roger Corman dio buena cuenta de sus insólita historia en BLOODY MAMA, donde una gigantesca Shelley Winters daba vida a esta madre de cuatro hijos, que un día abandonó el hogar conyugal junto a sus cuatro hijos y se convirtieron en una temible banda de gangsters. El film se abre con una escabrosa escena, en la que una joven Kate es violada por su propio padre, ayudado por sus hermanos. A partir de ahí, todo es un vertiginoso descenso a una tremebunda espiral de degeneración y delincuencia, marcada por la violencia que este singular grupo imprimía a cada una de sus apariciones. El film, valiente, con ese estilo en forma de gancho a la mandíbula que Corman tenía siempre que se alejaba del fantástico, y que de nuevo es de valorar cómo marcaba el camino para un cine negro menos icónico, más a pie de calle. Por ello es uno de los títulos más reivindicables de su autor, además de uno de los primeros en los que intervenía un jovencísimo Robert DeNiro, dando vida a uno de los hijos de esta "mamá sangrienta".
Saludos.
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