viernes, 31 de mayo de 2024

Hay otras historias, pero están en ésta


 

Dos hombres están en un sitio indeterminado, buscando a la mujer que ambos han amado. Tienen vagas pistas, pero siempre creen estar al borde de la solución a su extraña desaparición. Uno de ellos pretende la exclusiva, y usa al otro para afirmar sus teorías, todas equivocadas; el otro no le dirá jamás que ella estaba fascinada con la desaparición de una maestra de escuela, tra quedar embarazada, varias décadas antes, a cuya historia accedió mediante unos libros que habían albergado ese secreto durante tanto tiempo. TRENQUE LAUQUEN es el nuevo laberinto narrativo de El Pampero, la productora que nos ha hecho llegar las obras de Mariano Llinás, y que ahora da voz a Laura Citarella, autora asimismo del guion junto a la actriz Laura Paredes. Menos caótica que compartimentada, la película se divide sin ambages en dos partes claramente sajadas, como dos capítulos de un mismo relato, que bien puede ser el contado al principio o el que lo cierra sin dejar de impregnarse del enigma, que es la clave para internarse a lo largo de su más de cuatro horas, en las que de nuevo es imprescindible dejarse embriagar por el gusto del cuento, "lo contado", que prevalece sobre una realidad cotidiana inamovible, pero también ávida de esas fantasías mutables, juguetonas, esquivas, con la promesa de una vida mejor, posiblemente mejor.
Inferior a los títulos de Llinás, contiene momentos de gran belleza formal, y su narrativa se nutre en todo momento de la colisión entre lo fantástico, lo imaginado, lo deseado y lo irrealizable.
Saludos.

jueves, 30 de mayo de 2024

Ni frío ni calor


 

A estas alturas del asunto, parece hasta irónico seguir resucitando el fantasma de una franquicia que está acabada por mera incapacidad de reinvención. Más allá de un par de momentos, ya muy al final, en los que se apela a la supuesta magia de reunir al equipo original, notándose una barbaridad que ahí están todos por el cheque, lo de GHOSTBUSTERS: FROZEN EMPIRE es un ejemplo (y van unos cuantos) de saqueo emocional, birlibirloque para nostálgicos trasnochados, con un reparto sin carisma, y lo que es peor, concesiones a la gilipollez esa de la inclusión tan absurdos como un hindú poniendo caras de hindú o un guiño al colectivo LGBTI que es la repanocha, porque podría ser el primer caso de una fantasma lesbiana. Una tontería muy tonta, a la que ni siquiera le veo el potencial suficiente para captar nuevas audiencias, y que a los pollaviejas como yo nos viene sudando la ídem. Con Paul Rudd y Carrie Coon sin saber cómo moverse en cada escena, los jóvenes intentando ser graciosos con cero carisma y, ya digo, los Aykroyd, Murray y compañía en un lugar donde tampoco parecen querer estar.
Les he recomendado lo mismo con cada innecesaria secuela: no la vean.
Saludos.

miércoles, 29 de mayo de 2024

Un día de mierda


 

Desde su espléndida escena inicial, Caye Casas es capaz de construir una atmósfera de enrarecimiento progresivo, haciéndonos partícipes, casi cómplices, de una trama que funciona por shock puro y duro, y que se crece por el mal cuerpo que provoca sin dar un solo respiro. Qué extraños estos tiempos de VOD instantáneo, plaraformas multicontenido y demás moderneces, en los que una película sin apenas presupuesto, con una estructura que remite al teatro filmado, y que basa su valía en la potencia del guion, no haya encontrado ningún tipo de distribución desde hace nada menos que dos años, cuando es cualquier cosa menos una apuesta arriesgada. LA MESITA DEL COMEDOR es uno de esos raros films de los que es imprescindible no desvelar casi nada de su trama, y sumergirse virginalmente en sus aguas, tan turbias que llegan a ser fétidas. El arranque, magnífico, es una larga escena en la que un matrimonio ya madurito, y que acaba de tener a su primer hijo, está en una tienda, mientras un vendedor algo bocazas les intenta endosar la dichosa mesita, que más bien parece una baratija ostentosa de latitudes orientales. Lo que continúa es la adquisición de la mesita, y el matrimonio en perpetua disputa por ello, mientras esperan la visita del hermano de él y su pareja para celebrar el nacimiento. Paro aquí de contar, y apenas me gustaría añadir que, aunque lo parezca, no estamos ante una película de terror, sino una espiral de locura insana que se desata por motivos estrictamente banales; de hecho, no me ha producido tanta inquietud su vertiente terrorífica como esos largos parlamentos repletos de puyas y reproches, cargados de ese rencor latente que todos y cada uno de los personajes parece profesarse sin llegar a explicitarlo. Es cierto que tiene un desenlace muy jodido de ver, y es cierto que Stephen King ha llegado a alabarla, lo que le ha venido bien para conseguir finalmente distribución (está en filmin), pero va a necesitar algunos añitos más para comprobar si merece ingresar al cine de culto por derecho propio o se queda como un acontecimiento aislado de este cine español a veces tan sorprendente.
¿Recomendable? sí, aunque no para gente muy aprensiva. Le sienta bien el tono ultrabarato, pero aquí se intuye talento para algo un poco más grande y elaborado. Esperemos que el éxito que está obteniendo le sirva a su creador para tener menos problemas de aquí en adelante.
Saludos.

martes, 28 de mayo de 2024

El puzzle sin una pieza


 

Un astronauta checo, una misión trascendental, una mujer embarazada en la Tierra y una araña gigante extraterrestre que habla y da lecciones de vida mientras come Nocilla. Nada puede salir mal, sobre todo si el astronauta es Adam Sandler sin cambiar el gesto porque hace de checo, Carey Mulligan se reafirma como treintañera con cara de jubilada y la voz del bicho es, cómo no, de Paul Dano. La cosa es que SPACEMAN se puede vender como una película sobre el sentido de la vida, en la que este astronauta se arrepiente en mitad del cosmos por haber dejado atrás a su mujer y su futuro hijo, mientras justifica su actitud por haber sufrido a su severo padre. El resultado es un extracto del Cosmos de Sagan, con una excusa argumental muy ñoña y la esperanza de que una criatura hecha por cgi pase a la historia, pero nada funciona como debería, rozando la comedia involuntaria y culminando en un final tan previsible como convencional. O mejor dicho: todo el planteamiento es atractivo y sorprendente, pero hay una pieza que falta para completar este puzzle que ya predigo que se irá olvidando con facilidad.
Saludos.

lunes, 27 de mayo de 2024

Nadie te quiere ya


 

Una de las películas más galardonadas esta edición de Sitges fue VINCENT DOIT MOURIR, donde se premió a su director y actor principal. Con un desarrollo algo irregular, debido sobre todo a una duración excesiva, la ópera prima de Stéphan Castang se abre con una escena magnífica, introduciendo una especie de humor absurdo que pocos minutos después va derivando hacia un terror paranoide. Vincent es un cuarentón anodino, separado, con un trabajo estable pero idiotizante, y que empieza a estar un poco harto de que no le pase nada interesante, hasta que un becario, sin mediar palabra, le golpea con un portátil en la cara. Un poco más tarde, un contable lo apuñala con un bolígrafo, y decide irse a casa un tiempo. Por motivos inexplicables, la gente quiere matar a Vincent en cuanto establecen contacto visual con él, lo que acabará por obligarlo a irse al lugar más alejado que conoce, aunque no será suficiente para poder vivir en paz. El film funciona sobre todo por un puñado de escenas brutales, que la acercan al cine de terror, tanto por la angustia que refleja el protagonista, viviendo una pesadilla de la que no tiene ninguna respuesta. La segunda mitad del film flojea un poco, en el momento que su salvajismo se aplaca y la trama se normaliza, pero es una película que revela a un director al que habrá que estar atento en próximos trabajos por esa mirada normalizadora hacia lo extraordinario.
Saludos.

domingo, 26 de mayo de 2024

Rincón del freak #600: La cátedra de los cuatro peniques


 

La muerte de Roger Corman, más que cerrar un capítulo en la historia del cine, abre todo un abanico de posibilidades para indagar en una manera y filosofía de entender el séptimo arte como la tabla de pruebas para la imaginación y el desparpajo, despreciando la esclavitud de los presupuestos y las cuotas, sobre todo en esta época trufada de mediocridades barnizadas de falso oropel. No voy a abarcar su apabullante filmografía, pero sí vamos a dar un repaso por sus títulos más emblemáticos, los que dotaron de entidad a la serie B (incluso Z) para crear un sinfín de películas que economizaban hasta lo impensable una carencia de medios perfectamente asumida. Y el primero en el que Corman ofició como realizador, por mucho que no estuviese así acreditado, fue THE BEAST WITH A MILLION EYES, tras cuyo sugerente título encontrábamos un primigenio relato de ciencia ficción, en el que un artefacto extraterrestre se instalaba en una apartada granja, dominando la voluntad de los animales y amenazando la integridad de una familia, que tendrá que hacer frente a lo desconocido. Ese marco es como una piedra Rosetta, a partir del cual se han desarrollado miles de títulos similares, al menos en sus expectativas. El film, que rebasa apenas la hora de duración, se basa en un puñado de intérpretes de segunda fila mostrando su preocupación por unos extraños acontecimientos, que básicamente son animalillos inquietos, zumbidos nocturnos y mujeres a las que se les quema el típico pastel en el horno. Si lo que buscan son efectos especiales grandilocuentes, no los encontrarán, excepto al final, donde una especie de dinamo parlantes emite luces estroboscópicas mientras suelta una perorata sobre sus malévolas intenciones ¿El arma para derrotarlo?: que esta familia deja de tirarse los trastos y decide usar su amor tradicionalista para abochornar al pobre extraterrestre, al que no le queda otra que coger las de Villadiego, ir a un gimnasio intererstelar y esperar la llamada de John Carpenter... o algo así.
Verla a casi setenta años de su estreno es una experiencia que oscila entre el estupor y la sonrisa cómplice, pero Corman siempre tuvo las cosas claras desde el principio.
Saludos.

sábado, 25 de mayo de 2024

Vida prócer: El cine de Hong Sang-soo #29


 

En THE NOVELIST'S FILM, Hong Sang-soo vuelve a dar un salto mortal narrativo, desafiando las convenciones (tan convencionales) del cine moderno, y plasmando en hora y media la historia que precisamente nadie podría esperar una vez leída la sinopsis. Una escritora atraviesa una profunda crisis creativa, lo que sólo es capaz de confesar a una vieja amiga con la que se ha reunido en la librería que abrió cuando decidió abandonar la literatura; paralelamente, recibe la oferta de escribir un guion para la película de otra amiga, directora, aunque sólo encuentra un extraño hálito de inspiración cuando conoce a una joven actriz, que se entusiasma con el proyecto, pero cuya carrera está destruida por sus problemas con el alcohol. En manos inhábiles, esto daría para un "drama generacional femenino", y Hollywood tendría preparada su cuota de actrices consagradas y el consabido cargamento de kleenex. En lugar de ello, el imparable director coreano escucha a sus personajes con atención, les deja hablar y también estar en silencio, y termina por filmar un hermoso tratado sobre la dificultad en el proceso creativo, con mucha sensibilidad pero ni un solo gramo de condescendencia hacia sus personajes. Y si no supiésemos de la existencia de seis o siete obras maestras superiores a ésta, afirmaríamos que es su mejor película. No lo es, pero sí una auténtica delicia, otra más.
Saludos.

viernes, 24 de mayo de 2024

El Maserati en doble fila

 


Tuve la sensación, no hace tanto tiempo, de quedarme solo al señalar la hilera de trampas sobre las que se sustenta el cine de Matthew Vaughn, tan parecido a uno de esos platos con recubrimiento dorado y marcial presentación, que en realidad oculta un mediocre resultado en boca. Afortunadamente, él solito se ha encargado de desmantelar el chiringuito con ARGYLLE, una tontería que no sólo es tonta, sino que va de lista, dura casi dos horas y media de antinarración en bucle y además se dedica a robar todas y cada una de las escenas de tantas otras películas preexistentes, escudándose en una retahíla estomagante de giros argumentales supuestamente ingeniosos, pero que entroncan casi con un cartoon involuntario. Peor aún: defenestrar un lujoso reparto en interpretaciones desganadas, o cargarse las escenas de acción en ballets ridículos con rimbombantes colorines. Como Bombay, pero sin nada de Bombay. Yo lo avisé, y las otras aún podían verse rebajando mucho el nivel de exigencia, pero esta patochada ya me parece una estafa en taquilla. 
Tiene uno de los peores guiones que he visto nunca, e incluyo a Mariano Ozores.
Saludos.

jueves, 23 de mayo de 2024

El sumiso


 

Para aparcar el pequeño homenaje a Jaime de Armiñán, se me ocurre hacerlo con STICO, título insólito de nuestra filmografía, en la que un catedrático de derecho termina siendo literalmente el esclavo de un antiguo alumno, al tener una situación económica dramática. Estructurada claramente como una sátira alegórica, en la que la suspensión de la incedulidad deviene en una crítica hacia las convenciones sociales, asunto que no consigue la acidez que creo que busca. Fernando Fernán Gómez y Agustín González asumen el protagonismo de esta comedia negra, amarga por tramos, pero irregular en su conjunto, y que pide a gritos una revisión por lo estimulante de su estrambótica premisa. De hecho, son más interesantes los apuntes acerca de la hipocresía burguesa, atildada y falsamente imbuida de una dignidad que no es más que fachada, pero que no duda en aprovechar, cual ave de rapiña, cualquier debilidad ajena para obtener rápido beneficio. No ha envejecido todo lo bien que debiera, pero aún mantiene fresca esa mirada entre turbia, inocente y alucinada a una situación que parece irreal, pero señala los síntomas de una sociedad profundamente enferma, y ya entonces.
Saludos.

miércoles, 22 de mayo de 2024

Hola. Te quiero ¿Cómo te llamas?


 

Posiblemente el penúltimo rockstar de la literatura, Paul Auster fue un artista antes que un escritor, un hombre con múltiples inquietudes, que trufaba su encantadora (de encantador de serpientes) prosa de retazos provenientes de la música, la arquitectura, pero sobre todo del cine. Había un cineasta en la pluma de Auster, y a sus libros, a los mejores (que no son tantos) les sentaba del carajo, implementando un impresionismo urbano que le hacía conectar incluso (o sobre todo) con un público profano en la alta literatura, lo cual es uno de los mejores méritos de cualquier escritor. Luego, es verdad que el Auster director fue un ramalazo fugaz, con menos ingenio y más ingenuidad, lo que queda plasmado en LULU ON THE BRIDGE, destartalada fábula hiperromántica, donde un Harvey Keitel menor interpretaba a un saxofonista de jazz que recibía un balazo en plena actuación, por lo que pierde un pulmón, pero gana a la chica (aquella Mira Sorvino), gracias al influjo de una misteriosa piedra. En aquel 1998 recuerdo que supuso una pequeña conmoción para quienes estábamos ávidos de voces novedosas en un fin de siglo que más allá de Europa era aburridillo. Vista hoy parece menos solemne, más inocentona, o simplemente el loable intento por llevar las claves literarias a la gran pantalla, lo que suele derivar en un desastre pedante e insoportable; no es el caso, porque es un film entretenido y con cierto aliento poético. Auster nos ha dejado, pero nos deja su obra, sus historias serpenteantes y que nos hacían encontrar lo extraordinario en nuestra cansada cotidianidad.
Saludos.

martes, 21 de mayo de 2024

Factoría de héroes


 

No está mal la idea de GEN V, aprovechando el extraordinario tirón de THE BOYS, y acercándolo a un público más joven, intentando no perder el tono gamberro e incorrecto de la original. Se cuenta aquí el devenir de varios estudiantes en la prestigiosa escuela de "talentos especiales" de Godolkin en Toronto, mientras el trasfondo de la manipuladora Vought opera al margen de la imagen que se da, con unos jóvenes que han de ser el futuro de la humanidad. La serie como spin-off está bien, la calidad de la producción no se resiente, pero estos ocho episodios se antojan insuficientes aún para elaborar un diagnóstico más ajustado, más allá de que es un producto entretenido, con contados pero celebrados cameos, y que por lo visto ha servido, entre otras cosas, para incorporar a alguno de sus protagonistas a la inminente T4 de la serie matriz. Esperaremos a ver cómo resulta.
Saludos.

lunes, 20 de mayo de 2024

Una ensalada desangelada


 

En tierra de nadie en Sitges, porque estaba fuera de concurso, pero también porque se vendió como "el gran título de la temporada del cine español", LA ERMITA ejemplifica esa inconcreción con una claridad que parece involuntaria. En su segundo film, Carlota Pereda se muestra ambiciosa y ensaya un relato de terror que constantemente metamorfosea sus bases narrativas en términos tan irreconciliables como el cine social o la sátira costumbrista, emparentándose con cosas muy diferentes entre sí, lo que no permite un resultado fluido, excepto en contadas ocasiones. Como un híbrido descabezado de LOS LUNES AL SOL, EL EXTRAÑO VIAJE y EL ORFANATO, la introducción nos lleva hasta un pueblo vasco, donde cada año se festeja el mito de una niña santa que en tiempos de la peste redimió a una población condenada. Obsesionada con ello, la pequeña Emma visita a una anciana médium, convencida de que ella también posee "el don", y así poder curar a su madre enferma de cáncer. El embrollo empieza cuando la anciana fallece y llega su hija, que subsiste en Madrid oficiando también de médium, pero sin creer en nada de lo que hace. Así, entre fantasmas recurrentes, secretos del pasado y el verdadero problema de una niña que va a quedarse sola en el mundo, la directora se mete en demasiados charcos sin que ninguno sea totalmente satisfactorio. No es un desastre, pero me temo que va a dormir el sueño de la intrascendencia, además de mostrarle a Pereda qué no hacer en futuros proyectos.
Saludos.

domingo, 19 de mayo de 2024

Rincón del freak #599: En defensa del séptimo arte


 

Ya viene estando bien que cierta parte de la "crítica" (o como se llame) haya logrado un nicho ficticio auspiciando absolutas basuras al calor de su soldada, tanto como la de tantos otros ineptos que comen de esto del cine sin hacerlo, sin catarlo, apenas con tres nociones mal hiladas, pero que se la ponen dura a legiones de otros tantos indocumentados que están encantados de haberse conocido y vertebrar un discurso vacío gracias, precisamente, al lameculismo imperante, que sin haber comprado una sola acción de la empresa se toman satisfechos el batidito de brócoli en un sofá blanco de piel de íbice en una cristalera con vistas al Mojave. He dicho, y añado: FIVE NIGHTS AT FREDDY'S no sólo no es cine, sino que atenta contra esa concepción de forma peligrosa.
Párenle los pies, ustedes que saben más que yo...
Saludos.

sábado, 18 de mayo de 2024

120


 

El chiste se cuenta solo: la de ayer, 135 millones; la de hoy, 15... Propongo y recomiendo una sesión doble entre G+K y GODZILLA: MINUS ONE, poniendo por delante que el contraste es tan irracional, que amenazaría con la continuidad del empleo de miles de ejecutivos inútiles del negocio de "lo último de lo último", que para mí es poco más que "humito brilli-brilli". Otro ejemplo, el oscar a los mejores efectos visuales, dando la razón a quienes hemos exigido la refinación de los efectos analógicos, acaso sirviéndose de imaginativos recursos del digital, que creo que aquí responden todos a un trabajo de fotografía estupendo, que logra un curiosísimo efecto entre retro y actual. El film en sí, además, es magnífico, combinando una narración pulcra que abre y cierra todos los puntos en sólo dos horas, y propone una correspondencia nada maniquea sobre lo que realmente siempre ha venido a significar la figura de Gojira, que es un alegato antinuclear, identificando al monstruo atómico con la infame bomba sobre Hiroshima. Nada de Godzillas buenos y amistosos, estamos ante un hijo de puta terrorífico y p´rácticamente indestructible, alternándolo con la historia paralela de redención de un kamikaze atormentado por la deshonra de haber sobrevivido, y que le perseguirá como un estigma encarnado en esta gran amenaza. La tomemos por donde la tomemos, sea por lo técnico o lo argumental, no tengo dudas en señalar que GODZILLA: MINUS ONE es la mejor hecha hasta ahora sobre esta gigantesca criatura, y espero que signifique ese higiénico punto y aparte en un cine de acción americano agotado, insufrible y repetitivo. No se la pierdan, y si es en pantalla grande, mucho mejor.
Saludos.

viernes, 17 de mayo de 2024

A tomar por saco


 

Es de común acuerdo con unos tiempos tan extraños como éstos, en los que la normalidad consiste en un pacto de no agresión consensuado dentro de su frágil naturaleza, tener el alivio de saber, una vez terminada la función, que "ningún animal ha sufrido daños". Para lo que nos han servido los efectos digitales, además de saber que transitamos la sublimación del facsímil, es para deleitarnos al contemplar la destrucción instantánea del mobiliario urbano histórico, vulgo pirámides o coliseo romano, para que orgasmemos con lo que no es más que acción choni, o cani. Esto es: alarido, guantazo, alarido. Una vez dicho esto, y sabiendo que Kevin Smith ya ha tardado demasiado en hacer un tratado acerca de esta problemática, GODZILLA x KONG: THE NEW EMPIRE sólo funciona cuando no hay diálogos, a lo que contribuye el descubrimiento express (aquí va todo ligerito) de una cultura subterránea que no habla. Esto es lo que es, mucho ruido y muchos golpes, y unos cuantos actores y actrices cobrando el cheque por mirar para arriba. Pero dos momentos cumbre hay: la endodoncia a Kong con música molona de fondo y Godzilla reventando la tacita de plata. Y otra para un meme: los dos titanes en el momento "yogures con cuerda", platicando de Gibraltar a El Cairo como dos vecinas tendiendo cualesquiera...
Ustedes mismos, pero la Toho es más entrañable.
Saludos.

jueves, 16 de mayo de 2024

Perder la razón es cuestión de tiempo


 

Un hombre monta a caballo por el campo. Se detiene, con gesto serio dirige una orquesta imaginaria. Es el éxtasis o la locura de un hombre solo, un viejo director retirado que consume sus días más que vivirlos en un pequeño pueblo de Salamanca. No cree en dios, pero su mejor amigo es el cura; desprecia a su sirvienta, pero estaría perdido sin sus atenciones. Escucha música, pero no encuentra en la vida esa poesía escondida. Justo hasta que en su camino se cruza Goyita, una enigmática niña de trece años, amante de los pájaros, y cuya mirada parece albergar a alguien tan insatisfecho como él, una mujer atrapada donde no le pertenece. Con una caligrafía tan esquiva y desapacible como sus personajes, Jaime de Armiñán construyó EL NIDO intentando evitar unas alegorías sociales que sobrevuelan su devastador guion, lo que me parece su mayor mérito y supone su obra cumbre. En un giro perverso, Armiñán deconstruye el personaje interpretado con enorme sensibilidad por Héctor Alterio, al tiempo que explora a una Ana Torrent inquietante, casi terrorífica, una "niña adulta" perversa y manipuladora, que empuja al pobre enamorado hacia la autodestrucción como si de un acto arrebatado de amor puro se tratase. EL NIDO es una tragedia inversa que podría haber escrito Sófocles, tan finamente urdida que no tiene sentido hablar aquí de tratado sobre la pedofilia, máxime cuando, derribadas las barreras sociales, cada vez dudamos más de quién adoptaría el papel de depredador. 
Modernísimo tratado sobre la perversidad y la inocencia, es una película que sigue crujiendo como un molesto rechinar de dientes, y encuentra la incomodidad como refugio para huir de un posible tratamiento intelectualista que no le hubiese sentado nada bien. Y sólo un desenlace algo abrupto, por previsible, le quita ese pequeño punto para encontrarse con quien debería, que no es otro que Buñuel.
Saludos.

miércoles, 15 de mayo de 2024

El hombre y la máquina


 

Con maravillas como ROBOT DREAMS, virguerías visuales como KOMADA o la sorprendente distopía futurista de MARS EXPRESS, puede que el premio a mejor animación haya sido el más controvertido del festival de Sitges. Pero más allá de polémicas y "palmareses", me fijo en este último título, magnífica ópera prima de Jérémie Périn, que es capaz de superar la inevitable comparación con BLADE RUNNER, obteniendo un cuerpo sumamente atractivo que bebe en lo técnico de clásicos como AKIRA o GHOST IN THE SHELL, mientras enarbola un argumento puramente noir, aunque con emocionantes guiños a grandes clásicos del cine negro e incluso el TERMINATOR de Cameron. Para nada un producto vacío, la historia nos lleva hasta Marte tras la despoblación absoluta de un inhabitable planeta Tierra, donde la detective Aline y su ayudante cibernético Carlos han de encontrar a una informática, poseedora de un descomunal secreto, antes de que una organización criminal se haga con un descubrimiento que podría cambiar la vida de los seres humanos. El film funciona perfectamente en dos direcciones, en una factura técnica impresionante, que adopta maneras del anime futurista hecho a mano, mientras despliega una imaginería netamente europea; al mismo tiempo, su guion no decae con un ritmo frenético aunque inteligible, y culmina en un clímax final casi a la altura de la obra maestra de Ridley Scott, que son palabras muy mayores. 
Lo mejor, este año, no se premió, y sigo dándole vueltas...
Saludos.

martes, 14 de mayo de 2024

Los amigos del misterio


 

De manera totalmente inesperada, se coló en las parrillas de "series del momento" un producto nacional, salido del imaginario del cómico Berto Romero, y que ha supuesto un soplo de aire fresco por varios motivos. EL OTRO LADO supura la médula de lo que una comedia debe tener, que es capacidad analítica con lo que le rodea, pero a ello hay que sumarle una historia que no por trillada ha de ser menos estimulante. A grandes rasgos, nos cuenta la historia de Nacho Nieto, otrora prometedor periodista de lo paranormal, que desapareció de los medios por un polémico suceso, del que sin embargo su arribista compañero supo sacar tajada y convertirse en máximo exponente televisivo, mientras él subsiste con un ínfimo podcast. Sin embargo, un golpe de casualidad reflotará su carrera, y de paso le salvará de un intento (no muy convincente) de suicidio, al afrontar un espectacular caso de poltergeist en un piso donde vive una mujer y su hijo. Jugando permanentemente con las expectativas, Romero logra conjugar una estupenda miniserie de seis capítulos, para mostrarnos la imagen del perdedor, harto de que su honestidad le haya llevado a la ruina, mientras el éxito se lo han llevado los mentirosos y manipuladores. También es, claro, un cuento de terror al uso, con efectos especiales dignos y una ambientación ligeramente retro, que será del gusto de los aficionados más pulcros. Asimismo, la galería de personajes supone un punto fuerte, comenzando por el protagonista, que mezcla algunos arquetipos de lo más singular, el insidioso fantasma del viejo investigador y maestro de Nieto, interpretado con sorna por Andreu Buenafuente, o un glorioso Nacho Vigalondo que clava literalmente a cierto personaje de la televisión, al que no cuesta nada reconocer. Una serie que se ve en un suspiro, y que en mi opinión debería ser referente para futuras producciones similares, apostando por cuidar el guion para elaborar historias críticas en su contemporaneidad.
Saludos.

lunes, 13 de mayo de 2024

Sin pausa


 

Fue al poco tiempo de comenzar la andadura de este blog (qué tiempos aquellos) que apareció [·REC], a la que sigo ensalzando como uno de los tíulos clave para entender el salto de calidad de un cine de género que, sin inventar nada, aprovecha los avances de la técnica sin abusar nunca de ellos. Después de tanto tiempo, es curioso que no volviese a interesarme por esta franquicia, que de hecho, y tan sólo dos años después (2009), regresó con sus mismos dos directores al mando y entregando un producto más que digno, ya no tan sorprendente pero igualmente efectiva, y que retoma justo donde la primera lo dejaba. [·REC2] aboga más por el terror físico por pura lógica, ya que todos sabíamos dónde estábamos y de dónde veníamos. Con un ritmo frenético y unos efectos especiales cojonudos, Balagueró y Plaza lograron el complicado efecto de que nos engancháramos a a trama de aquel edificio en pleno centro de Barcelona, clausurado por lo que parece una plaga que convierte a los infectados en sanguinarios asesinos caníbales. El giro aquí proviene de la inclusión de un sacerdote, cuyo cometido no desvelo aunque puede intuirse sin mayores problemas ¿El porqué de retomar esta serie de películas tanto tiempo después? Que las estoy viendo junto a mi hija, y las está disfrutando tanto como yo entonces...
Saludos.

domingo, 12 de mayo de 2024

Rincón del freak #598: Llega la furroterapia Averyada


 

La película más original, rompedora y bizarra que se ha visto en Sitges es, sin ningún género de dudas, HUNDREDS OF BEAVERS, o cómo preparar una ensalada insólita en la que caben tantas cosas como el cine mudo vertiente slapstick, la comedia absurda, la sátira irreverente o (ejem) el fetichismo vertiente gente disfrazada de animales. Prácticamente sin diálogos, Mike Cheslik se las arregla para llevarnos hasta un mundo sin reglas físicas, hermanado con el Tex Avery más cafre, y sirviéndose de una falta total de prejuicios para contarnos la desquiciada peripecia de un contrabandista de aguardiente de manzana, que se ve en la ruina por culpa del ataque de los malvados castores, que detentan una organización que se la tiene jurada a los cazadores de pieles. Ponernos a desgranar el argumento de esta absoluta locura es absurdo, porque estamos ante una película que es preciso ver sin una sola expectativa, lo que garantiza la sorpresa de no saber qué dirección va a tomar una historia que es deudora de las andanzas del correcaminos y el coyote o un Bugs Bunny posmoderno y hasta consciente de ser poco más que un personaje de ficción, condenado a repetir las mismas acciones una y otra vez.
Es muy rara, y tiene imágenes lo suficientemente perturbadoras como para ser algo más que un simple divertimento, y también puede suponer un interesante punto de partida para un modelo de producción de bajo coste y resultados más que interesantes, Veremos.
Saludos.

sábado, 11 de mayo de 2024

Chicas de hoy en día


 

Algo indefinible le falla a CAREER GIRLS, restándole la frescura habitual a Mike Leigh, su forma de infiltrarse inadvertido entre sus actores y actrices, logrando ese efecto de cotidianidad constante y fluida, que aquí parece extrañamente impostada, porque en principio no me parece que esta historia de amistades y reencuentros lo necesitara. Lo primero que falla es el concilio entre ese juego entre pasado y presente con poco sentido temporal, pues apenas hay seis años de diferencia entre el día en que Hannah y Annie acabaron la universidad y tuvieron que dejar el cochambroso piso que compartían, y su (por qué no decirlo, forzadillo) reencuentro, donde se dan cuenta de lo mucho que han cambiado. Lejos de explorar a sus dos protagonistas, Leigh prefiere someterlas a un incómodo trajín de muecas y espasmos, supongo que para establecer alguna especie de "frontera explícitamente reconocible", pero que sólo vemos interactuar para puntualizar a unos secundarios que son clichés andantes. Ahora bien, el director británico es capaz de invitarnos a dos o tres momentos de hondura emocional, escasos pero que otorgan el empaque que su cine, grande en tantas ocasiones, realmente merece. Será cosa del TOC o algo así, pero no conviene usar el término en un film como éste, donde puedes terminar viendo los créditos mientras guiñas compulsivamente los ojos...
Está bien, poco más.
Saludos.

viernes, 10 de mayo de 2024

Con otro tiempo


 

THE FORTUNE es la típica película que uno no se explica cómo ha podido pasar tan desapercibida, hasta que la ves y encuentras, dentro de su envenenada premisa argumental, un cuerpo que no pertenece a su tiempo. De hecho, diría que el guion de Adrien Joyce (recordemos, seudónimo utilizado como guionista por la actriz Carole Eastman) "brinca" entre varias épocas y, claro, las formas de entender el cine. Parece un slapstick de los años 20, que seguidamente entra en la comedia negra de los 50, pero no quiere perder la perspectiva de un cierto desencanto existencial de 1975, año de su realización. O explicado de otro modo: mezclar a Chaplin, Lubitsch y Wilder para terminar remedando los tics de Woody Allen. Y eso que el casting es perfecto, con unos estupendos Warren Beatty, Stockard Channing y Jack Nicholson, que forman un extraño y destartalado trío, burlando la no menos bizarra "ley Mann", que prohibía sacar a una mujer de un estado si no se estaba casado con ella... ¿?... Todo corresponde a un plan orquestado por el personaje de Beatty, tras seducir a una joven heredera neoyorquina, pero no poder casarse con ella, ya que él está casado; para ello embauca a un pobre diablo (Nicholson) que hará las veces de marido postizo, y una vez en Los Angeles deshacer el matrimonio y el suyo propio y entonces casarse. Mucho enredo en un film al que le cuesta arrancar, y que se aprovecha de la vis cómica de Channing, perfecta como esa pobre niña rica que no se entera de nada, justo hasta que el film vuelve a virar hacia un desenlace que me parece que no corresponde con el tono jocoso que hemos estado viendo. Es esa ensalada de emociones la que deslavaza el montante y resta importancia a una película que supuso un batacazo considerable para Columbia, aunque su protagonista femenina obtuvo una nominación a los Globos de Oro. Incluso creo que gana enteros vista hoy día, al menos si se la puede despojar de todo buenismo, pues el título debería haber sido "Entre cabronazos anda el juego"...
Saludos.

jueves, 9 de mayo de 2024

Transgredir no es educado


 

Si para algo sirve ver hoy día ONE NIGHT STAND, de 1997, es para entender la enorme cantidad de trabajo que se ahorran las plataformas para poner en circulación su torrente de productos. Más allá del tono habitualmente apesadumbrado del cine de Mike Figgis, es llamativo encontrarse con una no-estructura, que no achaco tanto a una mala escritura de guion, sino a un incomprensible horror vacui, donde igual da abrir con una comedia urbana, para continuar con un drama romántico, un lienzo (ya por entonces) inclusivo-progresista, costumbrismo de sitcom y hasta experimentación formal a lo Altman. Todo eso cabe en una película de tono rarísimo y un casting más raro aún, con Wesley Snipes antes de evaporarse (creánselo: por esto ganó en Venecia), una Natassja Kinski a la que Figgis le resta exotismo y aporta abulia, o un Robert Downey Jr. que por entonces no disimulaba sus adicciones y construye un homosexual que ni siquiera lo parece. Lo que parece es una de vidas cruzadas, pero las casualidades son tan extremas que es imposible defenderlas, y su amplitud de miras esconde un sospechoso conservadurismo fiduciario de creernos dichas arbitrariedades. Eso sí, como episodio piloto del último lanzamiento de Netflix sería una maravilla, porque nos conformamos con poco y porque sólo recordamos lo que nos conviene...
Saludos.

miércoles, 8 de mayo de 2024

Yameacuerdo


 

No nos salen bien a los españoles las "felliniadas", por ese extraño, también irreprimible pudor que nos da al descoser nuestras memorias sentimentales, lo que nos lleva a aliñarlas con rombos, monolitos horizontales y otras memeces. A buenas intenciones no nos ganan, que es otorgarle el bordón de adultez a un niñolabas dejándole fumar, especiándole el agua con cariñena o escenificando cursis estilemas gongorianos en lo que no es más que elusión del entremés jupiterino. Yo la culpa aquí se la echo más a Juan Tébar, que siempre ha sido muy bueno pintando de sepia los párrafos, pero en imagen se le acomba la nostalgia para el serial con picatostes. Aun así, Jaime de Armiñán logró armar una película digna, más que nada por imponerse al triple órdago de enseñar a Ana Belén en pelotas, meterla en la cama con un adolescente y (lo que es más difícil) buscarle un romance con un republicano exiliado, cocinero y exseminarista, interpretado con estoicismo por Fernando Fernán Gómez. EL AMOR DEL CAPITÁN BRANDO se deshilacha al emparentar dinámicas tan alejadas, y se queda como un "cachitos" de títulos más férreos y rabiosos. Sin embargo, hay algo que la hace funcionar, a trompicones, pero con esa misma ingenuidad que traspasa al chaval que se encoña con la maestra y quiere ser mayor de repente, ensayando la mandíbula de Marlon en posters de su cuarto segoviano. 
No es una gran película, pero tampoco parece pretenderlo, y sí una curiosidad que nos da para flagelar nuestras dormidas libertades de hoy mismo.
Saludos.

martes, 7 de mayo de 2024

Cañella pilopitrópica


 

Pregunta de enjundia, incómoda, puñetera ¿Es para tanto THE BOYS? Si has leído el cómic de Garth Ennis, no; en caso contrario, corres el riesgo de perderte una de las mejores series (por inesperada) de los muy últimos años. THE BOYS merece la pena, por supuesto, por su irreverencia, gusto por la hemoglobina gratuita, sexo guarrindongo y todo lo que huela a incorrección política; y no tanto por ser (que también lo es) una demoledora crítica al American Way of Life, vertiente supermongolos en mallas, sino por explicitar, al fin, en una pantalla lo que el cómic (entendido como arte) lleva décadas sublimando verbigracia de una pléyade de escritores más emparentados con la contracultura que con el stablishment. Cierto que, llegado el momento, la serie echa una miaja el freno, pero ello no nos priva de algunos de los momentos más delirantes de la televisión, a cargo de unos entrañables psicópatas como el terrorífico Homelander, el ultraviolento Billy Butcher o todos y cada uno de los arquetipos superheroicos, que encuentran aquí su versión más destroyer (un Aquaman zoofílico, una Wonder Woman bisexual o un Flash enganchado a cierta sustancia). La premisa argumental es sencilla: ¿alguien cree que un grupo de chiflados con superpoderes no nos miraría por encima del hombro? Los primeros en sacar provecho, Vought, mastodóntica corporación encargada de explotar a estos "seres superiores", llegando a convertirlos en mercancía, protagonizando sus propias películas y realities, y planteando la inquietante reflexión de los límites del ser humano como negocio en sí.
En definitiva, una serie que marca un antes y un después en el audiovisual por su audacia, pero también por una producción con grandes estándares de calidad. A la espera de su inminente cuarta temporada, culto total...
Saludos.

lunes, 6 de mayo de 2024

El círculo de la vida


 

En Sitges también hubo animación, y una de las propuestas más exóticas fue FOUR SOULS OF COYOTE, de la que me reservo el título original por ser el húngaro un idioma tal que sí. No debería ser un problema, pero estamos ante un film húngaro que basa su argumento en una leyenda nativa-americana, por lo que hay que hilar fino. Lo mejor, un aspecto técnico bien cuidado, que mezcla 2D y 3D, y que ilustra convincentemente esta epopeya ecologista, bienintencionada, pero irremisiblemente rutinaria, sobre todo a la hora de hacer avanzar un guion que hemos visto cientos de veces. En este caso, la excusa proviene de una multinacional sin escrúpulos, dispuesta a destruir una montaña milenaria, a través de cuya historia original conoceremos la difícil armonía entre la naturaleza y los hombres, siempre mirados con recelo por los animales desde que el pérfido Coyote decidió modelarlos. Curiosamente, es menos adulta de lo que aparenta, y más discursiva que dinámica, por lo que sus casi dos horas pueden resultar poco gratificantes, y sólo la recomendaría a completistas muy curiosos.
Saludos.

domingo, 5 de mayo de 2024

Rincón del freak #597: Colmillos de plástico


 

Rareza con ínfulas, exploitation bouquet, colgadera etílica o simple marraneo gabacho. Si la hubiese hecho Jesús Franco estaría muy bien hecha, pero igual me recuerda a algún highlight de Mariano Ozores. La única película dirigida por Pierre Grunstein, productor de cine patatero, erotómano consumado y oportunista ocasional, es ese tipo de películas que aquí se pasa en horario infantil por motivos ignotos, pero en el país de la baguette acumula paladas de ostracismo por cuestiones que pasamos a detallar. Desde el título, TENDRE DRACULA, intuimos el cachondeo desde el bizarro arranque, con dos tipos desaseados corriendo por una especie de estudio con el reprise de Benny Hill, hasta que su jefe les ordena, cuales Mortadelo y Filemón, a visitar a un mítico actor que ha perdido la chaveta, adoptando la identidad del vampiro que lleva décadas interpretando ¿El motivo? Da igual. El motivo es ver a Peter Cushing travestido (al fin) de Christopher Lee, mientras disfrutamos gratuitamente de la anatomía de señoritas varias, entre ellas una supono que engañada Miou-Miou. Mezcla lisérgica entre LA SOMBRA DEL VAMPIRO, EL LIGUERO MÁGICO y un videoclip de los Residents, es una ida de olla netamente situacionista, como si se hubiera rodado en una reunión de colegas borrachos; pero como es francesa, elude el desastre con algunas escenas imaginativas y/o postales de gótica urdimbre. 
Es rara, soez y tampoco tiene mucha gracia, y no invitaría a nadie a verla, so pena de perder su amistad o algún miembro amputable...
Saludos.

sábado, 4 de mayo de 2024

Las tradiciones


 

¿En qué momento una película que funciona decide abandonar ese tono entre jocoso y sangriento, para engrosar la inacabable lista de slashers previsibles? Alguna explicación debe estar en la naturaleza misma de THANKSGIVING, último film de Eli Roth, que se desnorta en cuanto se expande más allá del corto que Roth filmó en 2007 para acompañar las proyecciones de aquel "Grindhouse". Aquello duraba escasos dos minutos, el arranque de este largo llega hasta unos divertidísimos y gloriosos quince, justo lo que necesita para poner en imágenes el asalto de la enfervorecida muchedumbre a unos grandes almacenes en pleno Black Friday. El desenfado de esta primera escena es lo mejor de un film que luego, y pese a algunas soluciones imaginativas, no deja de ser más de lo mismo, con mejor envoltorio, sí, pero con un desarrollo tan perezoso como la gran mayoría de títulos similares.
Saludos.

viernes, 3 de mayo de 2024

Transitando las épocas


 

¿Se puede bordear el género? ¿Abrazarlo como último recurso para encontrar calidad en lo comercial? Son preguntas pertinentes en estos últimos tiempos tan convulsos, donde el mainstream revive gracias a los recursos provenientes de las plataformas televisivas, mientras se perciben interesantes esquirlas de lo autoral en cineastas cuyo talento está asimismo supeditado o tampoco da más de sí. Hoy día hay cientos de ejemplos de esto, y creo que IMMACULATE lo representa con claridad meridiana. Es una producción americana, pero se quiere presentar como netamente europea, hurgando en las claves del giallo pero sin terminar de someterse a sus reconocibles paradigmas. Los misterios encerrados tras los muros de un siniestro convento italiano deberían haber dado bastante más de sí, bien por lo interesante de su excusa argumental (unos crímenes que podrían ocultar un espantoso secreto), o por su crudo tratamiento de un gore bien entendido y dosificado, que estalla en su impactante parte final. A Michael Mohan lo conocimos con THE VOYEURS, donde ya se vio un potencial incomprensiblemente desaprovechado, y ya allí despuntaba una desconocida Sydney Sweeney, hoy nombre imprescindible, que no me parece una gran actriz, pero sí una presencia más que interesante para este tipo de films que demandan más vigor que sutileza.
No es ninguna maravilla, pero es lo suficientemente entretenida para no desecharla por completo.
Saludos.

jueves, 2 de mayo de 2024

Magia potagia 8


 

Al final todo era campo. No hay una sola línea de la saga del mago con lentes redondos que no siga al pie de la letra todo el itinerario canónico de las historias de aventuras juveniles. Se le puede insertar cierta épica, una pizca infinitesimal de romance o un templado gusto por el chispazo gótico-imberbe, pero el mapa y los movimientos están ahí, extendidos como un manual del escritor genérico, primero, y del guionista asalariado, después. La única excepción que atribuyo a HARRY POTTER AND THE DEATHLY HALLOWS Pt. II es, además del alivio doble de saber que es el final-final y que, sorprendentemente, es la más corta de toda la saga, imagino que recae en un final apoteósico, donde al fin vemos un despliegue de medios que hace justicia a sus ínfulas de gran superproducción. Más allá de eso, hay pocas sorpresas más allá de lo apuntado, y los contadísimos momentos "de seriedad" son meros flirteos con la madurez de un personaje terriblemente encorsetado por motivos de serialidad comercial. Incluso ese gran e inimaginable giro de guion del desenlace parece sobreexplicado, cuando no es difícil intuirlo a lo largo de otros capítulos. Al menos supone un intento decente de subvertir el susodicho manual, claro.
Reflexión general: no es para tanto...
Saludos.

miércoles, 1 de mayo de 2024

La identidad doliente


 

Título insólito, pero también incontestable, de nuestro cine, a más de 50 años de su estreno, MI QUERIDA SEÑORITA sigue siendo un objeto extraño, casi un inserto proveniente de una dimensión alternativa, a la que uno, claro, no puede resistirse. Orbitando del costumbrismo a lo surreal, con golpes de una sensibilísima comedia melancólica, el desarmante guion de José Luis Borau y el propio de Armiñán pone a prueba muchas de las convicciones inamovibles de un cine español que intentaba desperezarse contestatariamente. Estructurada en dos partes tan diferenciadas como complementarias, nos sitúa en una típica ciudad de provincias, donde vive Adela, una mujer pasados los cuarenta, solterona, de modos beatos, cuya cotidianidad da un vuelco inesperado, aunque (en una escena especialmente antológica) lo físico queda supeditado a lo psicológico, e incluso lo emocional. Por mucho que deba resistirme a desvelar ese motivo principal, tan finamente hilvanado que supera hasta lo más obvio, no puede pasarse por alto la lección magistral de interpretación de José Luis López Vázquez, en una de las cumbres en cuanto a transformación genérica, que en otras manos iría irremisiblemente al ridículo, pero ha quedado como antología viva de imperceptible sutileza. 
Imprescindible film, moderno y arrojado, y que interpela simbólicamente a un país que clamaba una liberación tan lejana e inalcanzable.
Magistral.
Saludos.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!