Es más que curioso que una película como CABARET se abra y se cierre en completo silencio, como si todo el ruido, frenético e incesante, que contiene no fuese más que el encapsulamiento de una ensoñación, o pesadilla, según se mire. Sin ser un experto en musicales, tampoco un gran conocedor, me parece ésta una obra muy mayor, un hito cinematográfico inimitable, singular e irrepetible, lo que atestiguan sus muchas copias, todas siempre más baratas, de este poema apócrifo, o canto a la libertad antes de ser aniquilada. La bella decadencia, como afirma Sally Bowles (enorme, grandiosa Liza Minnelli), mientras el desquiciado MC (sobrenatural, Joel Grey) nos da paso a un mundo que no conoce nuestras reglas de normalidad, y que puede hacértelo pasar muy bien o muy mal. No es un musical fastuoso, de grandes coreografías, ni tampoco uno estrictamente alegre, con ese regusto agridulce de no saber si el espectáculo te señala con el dedo. Es, por encima de todo, un milagro, una extrañísima caja de resonancia que relata todas y cada una de las miserias humanas mientras se encoge de hombros y ve a toda una sociedad desmoronarse con el brazo levantado...
Obra maestra absoluta, que sólo podía perder el oscar más importante (y eso que ganó ocho) ante aquello que rodó un tal Coppola...
Saludos.
4 comentarios:
One of the most iconic musicals with one of the most impressionable female roles for all of the most rebellious girls who watched it. Sally Bowles, along with Anita (West Side Story) were the two greatest role models that broke from the pathetic and insipid roles of the Doris Day types to actually show a girl with edge and grit! I loved Cabernet as one of those girls and now I'm going to watch it again and remember why it always meant so much. Thank you so, so much for this reminder. Hugs. X
Un peliculón.
Si, supongo que tengas razón, Richard. Es más una movie qué musical - las canciones no avanzan la narrativa como en las musicales, right?
... Jajajaja!!!... Doris Day!... OMG!!!... Creo que no hay un personaje más opuesto a ese que el de la grandiosa Liza Minnelli. Es una película fundacional, creadora de un universo propio, intocable. Y tiene ese vibrato de las grandes obras intemporales, que es narrar en varios planos, imperceptiblemente. Estás fascinado por los alocados números musicales, mientras se desarrolla el estado de las cosas en la Alemania nazi. El cierre, con Joel Grey despidiéndose y el barrido sobre ua audiencia que ya sólo componen nazis, me sigue poniendo los pelos de punta. Es impresionante, y no ha envejecido nada en 50 años...
Un saludo a ambos y gracias por comentar, como siempre.
Publicar un comentario