Y, bueno, se acabó Sitges, por lo que iniciaremos el recorrido habitual por su cartelera, que este año nos ha cogido por aquí increíblemente vírgenes, por cuanto se ha ajustado al máximo su visionado con la fecha de estreno, incluso en plataformas. En fin, empezaremos suave, tibios, incluso desganados, y lo haremos con un título descaradamente "standard". IT LIVES INSIDE es un exploitation en toda regla, pero de mala manera; un remedo torpe e ineficaz de lo que Jordan Peele se empeñó en indicar como "horror (de lo) étnico". De acuerdo en que se puede celebrar la visibilidad o reivindicación de culturas no siempre bien atendidas en el cine yanqui, pero hacerlo con este insufrible refrito de tantas y tantas cosas anteriores ayuda más bien poco. Es una "película con monstruo", en el peor sentido de la palabra, pues no intriga antes de mostrarlo, ni impacta en ese momento, por lo que el regusto es el de un debutante que se cree mejor de lo que es, pero sólo puede armar su película con infinidad de trozos de otras ya vistas, y mejores. Pasó justamente de puntillas, y sólo sirve como fondo de catálogo pero muy al fondo...
Saludos.
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