DISTANT DRUMS es otro de esos título míticos, cincelados en la memoria cinéfila con letras de oro, aunque sea un western por decirlo así "atípico". Se ve que Walsh le había cogido gusto a eso de filmar escenas acuáticas, por lo que se luce de lo lindo recreando los everglades de Florida, adonde llega un oficial de la marina para averiguar las intenciones del excéntrico capitán Wyatt, un verso libre del ejército, tan brillante como indómito. La realidad es que Wyatt, que conoce los peligrosos pantanos en profundidad, traza un elaborado plan para capturar a los escurridizos traficantes de armas, que son los causantes de que los temibles semínolas abarquen cada vez más territorio, destruyendo la convivencia entre tribus. En un glorioso technicolor, obra y gracia de Sidney Hickox, TAMBORES LEJANOS concilia sin dificultad las aventuras, las problemáticas sociales en un entorno salvaje, e incluso se atreve a introducir un chispeante romance entre un incólume Gary Cooper y aquella lituana, breve y exótica, que fue Mari Aldon. No es ninguna obra maestra, primero porque su trama ya estaba implícita en OBJETIVO: BIRMANIA, y luego porque se le ven las hechuras de producción netamente comercial, sin intentar cabriolas técnicas o semánticas. Eso sí, echen un vistazo a la magistral suite de Max Steiner, sin duda entre sus mejores composiciones, y eso son palabras muy mayores...
Saludos.
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