miércoles, 16 de enero de 2019
O cinema ao lado #6
Todos los grandes artistas, en mayor o menor medida, han optado por buscar su propia voz a través de unas variaciones sobre el mismo tema. Sea por obsesión, refinamiento o simple coherencia, son muchos los ejemplos de cómo toda una obra se ha ido construyendo alrededor de un mismo tema, definiendo los contornos del propio artista. Y uno de los ejemplos más reconocibles, reconocidos y estimulantes que ha dado el cine, se encuentra en la filmografía del portugués Pedro Costa, que sólo en contadas ocasiones ha abandonado el que es su tema más recurrente. Tomando el punto físico de un Cabo Verde que siempre es evocado por las palabras como escupidas al aire por el fantasmal Ventura, zombificado testigo del trágico destino de su patria y compatriotas, Costa invoca toda una mitología repleta de canciones y claroscuros, reproches y añoranzas de un tiempo y un lugar que se han quedado en el limbo de la memoria. CAVALO DINHEIRO, es, hasta el momento, el último puerto de esta monumental saga, iniciada hace varias décadas y situada en el suburbio lisboeta de Fontainhas, en este caso convertido en una especie de purgatorio apocalíptico, donde un Ventura viejo y enfermo vomita sus recuerdos sin ningún tipo de coherencia, mezclando presente y pasado, errando en los nombres de sus conocidos o repitiendo obsesivamente el estribillo de una canción que nunca existió. Una película instalada en su propia y tenebrosa poesía, atormentada pero también dotada de un inexplicable sentido del humor. Por supuesto que no es para todos los paladares, pero eso ya lo sabíamos cuando descubrimos el cine radical y transgresor de Costa...
Saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
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