jueves, 3 de enero de 2019
Clément de pleno #16
En LE PASSAGER DE LA PLUIE, René Clément ensayaba una especie de thriller "provincial", muy en la línea de lo que ya llevaba años haciendo Claude Chabrol, aunque dotando al film de un aire menos corrosivo y recargando las ironías y el juego de las apariencias. El arranque es lo mejor de la película, dibujando una pequeña y apartada localidad costera, que se intuye rebosante en verano, pero que en ese momento es casi un pueblo fantasma, en el que no para de llover y en el que vive Melancolie, casada con un piloto que siempre está fuera y con la única compañía de su madre, amargada y alcohólica. La presencia de un inquietante extraño que parece vigilarla culmina en una desapacible noche: sola en casa, el extraño entra en su casa, la agrede y la viola, pero ella consigue matarlo y lanzar su cuerpo al mar e intentar olvidar tan traumático suceso. Hasta aquí, el film mantiene un interés considerable, pero bruscamente gira hacia otro terreno, el del thriller psicológico, con la aparición del misterioso personaje interpretado por el hierático Charles Bronson, que parece saber todo lo que Melancolie ha hecho, e intentará arrancarle una confesión que le lleve hasta un supuesto botín que portaba el tipo que mató. La película tiene momentos muy logrados junto a otros que recuerdan a un Hitchcock pasado de vueltas, y aunque Clément es un director al que es difícil encontrarle fisuras, la parte final se alarga en exceso y empieza a meter personajes con calzador, mientras que otros que podrían ser fundamentales, como la madre, desaparecen o quedan en anécdota. Un film, ya digo, que puede apasionar o irritar, según los estados de ánimo, y que pese a que ha quedado algo relegada en la filmografía de su autor, ese año, en 1970, ganó nada menos que el Globo de Oro a mejor película extranjera.
Merece la pena echarle un vistazo, incluso pese a la insoportable música de Francis Lai...
Saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
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