miércoles, 5 de diciembre de 2018
Llamando al terror
Es una pena lo de PYEWACKET, uno de esos films de terror pretendidamente originales que se queda en algo insustancial por culpa de una realización insuficiente. Esto da una idea de lo importante que es el talento del director para dar forma a lo que, de otro modo, no sería más que una sinopsis atractiva para atraer a incautos y fanáticos del género. El género en este caso es el de terror, y más concretamente el que comprende rituales satánicos, brujería y demás. La historia arranca presentando a Leah, una joven que vive con su madre, que intenta superar la pérdida de su marido; madre e hija no se llevan bien, y la situación se torna insostenible cuando Leah recibe la noticia de que se van a mudar a una apartada , lo que la alejará mucho más de su entorno y amigos. La chica, aficionada a los libros de ocultismo, emprenderá una peligrosa acción por su cuenta: invocar a un ente (no queda claro si es una bruja o un demonio) para que acabe con su madre y así quedar libre por completo. No será hasta pasados unos días que se dará cuenta del error que ha cometido, pero es demasiado tarde para enmendarlo y sus consecuencias será terroríficas. Y todo esto, así contado, puede resultar estimulante o convencional, pero, aunque el film se toma en serio a sí mismo y no cae en la parodia involuntaria, es incapaz de ofrecer un solo momento genuino, y su supuesta atmósfera de insalubridad está apenas compuesta de una amalgama de clichés que hemos visto mejor ejecutados.
Se ve en un día aburrido como hoy, se olvida fácilmente y a otra cosa, no da para más.
Saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
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