lunes, 1 de marzo de 2010

Estado puro

Empecemos bien el mes... Tiremos la casa por la ventana y hablemos de una de las películas más grandes de la historia del cine.
Es posible que THE APARTMENT sea uno de los films (y esto es francamente curioso) más densos y complicados que he tenido la oportunidad de ver; esto, si tenemos en cuentra su "tono" de comedia clásica (ojo, esto no es cierto, sino otra prueba de maestría de Wilder), la convierte en un objeto único, inclasificable e institucional (fundacional, más bien) ¿Qué les parece a ustedes contar la peripecia vital de un don nadie que se resigna a su suerte de empleado que alberga vanas ilusiones de ascender por méritos propios en su (ya entonces) alienada empresa, mientras sus superiores vilipendian su dignidad (menuda alegoría) usando su apartamento de soltero para llevarse a sus amantes? ¿Y qué les parece la hermosa historia de amor no correspondido, soterrado, entre dicho empleado y una bella pero esquiva ascensorista? ¿Y la cuadratura del círculo entre ambas situaciones y la entrada en escena del jefe de este empleado? ¿Y la terrible soledad que desprende este empleado cuando al fin puede hacer uso de su propio apartamento? ¿Y el terrorífico desenlace que tiene a un inocente bombín como inesperado detonante?... ¿Aún les sigue pareciendo THE APARTMENT una simple comedia? Yo puedo asegurar que esta obra maestra absoluta de Billy Wilder, ni es simple ni es comedia, sino un sarcástico, amargo y demoledor retrato del "nuevo hombre impotente", esclavo de sus deseos no satisfechos y vapuleado por su estatus social que, sin embargo, acepta sin rechistar. Y sólo un genio de la interpretación como Jack Lemmon podía dar vida a este don nadie que debe resultar gracioso cuando todo lo que le ocurre es francamente dramático; su oscura epopeya es la del hombre moderno, incapaz del más mínimo movimiento que provenga enteramente de su propio interior; una grotesca marioneta que celebra el año nuevo frente al televisor y prostituye su falta de carisma en una deseperada búsqueda de reconocimiento.
Hablamos de una de las más grandes películas de todos los tiempos, personalmente el techo cinematográfico de Wilder. Una de esas joyas que se pueden ver una y otra vez, porque sabemos que de nuevo se nos va a congelar la sonrisa al mismo tiempo que Lemmon se congela en un banco del parque porque no puede dormir en su propio apartamento.
Maravillosa, genial, irrepetible...
Saludos indefílicos.

5 comentarios:

Groupiedej dijo...

Nunca entendí su clasificación como comedia... las pocas veces que la he visto he estado a punto de echarme a llorar en más de un momento.
Y si, es irrepetible, maravillosa y genial y todo... pero para volver a verla yo necesito tener el día... precisamente por todo lo que comentamos...

Saludicos.

Kinezoe dijo...

Obra maestra, sin lugar a dudas. Pero es que la hizo antes y la que vendría después tampoco le van a la zaga...

Piezas como ésta son las que hacen grande, muy grande, el cine clásico. Inmortal.

Eduardo dijo...

RFP, es comedia porque Wilder es judío. Eso es humor judío. Es "un hombre serio" de los Coen una comedia? Es una comedia. Las comedias mejores son trágicas y hacen llorar. Las demás son divertimentos. Imagino que los sefarditas nos dejaron en España la tragicomedia. Es Cándido una comedia? Y la Escopeta Nacional?.

Dr. Quatermass dijo...

Jodeeeer, "El apartamento" palabras mayores amigo. Me ha gustado lo de "el nuevo hombre impotente" refleja muy bien al personaje de Lemmon.

Un saludo!

Scotty dijo...

Efectivamente, estamos ante una de las películas más complejas, más densas y de más lecturas no ya de la filmografía de Billy Wilder sino de toda la historia del cine. Uno de los Oscar a la mejor película más sensatos y justificados que se han podido dar.

Saludos cordiales. Tienes un estupendo blog.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!