Con admirable sencillez, sin estridencias ni falsos trucos narrativos, Pablo Berger nos lleva de la mano a ese lugar al que queremos ir, y que es tan escurridizo. ROBOT DREAMS mira a los ojos al cine mudo sin que ello se vea afectado o impostado. Su sencillez es necesaria, imprescindible para entender dónde nos quiere llevar, que no es otro sitio que un campo de sentimientos donde se sufre, se ama y se entiende qué tenemos todos por dentro cuando ya no quedan máscaras. Es una hermosísima película, doliente y fugaz, eterna en su celebración de la vida en su expresión más primigenia. No nos equivoquemos, no hay falsa modestia ni exaltación de la pobreza de medios; es, insisto, sencillez al servicio de una narración cristalina, pero hiriente cuando ha de hacerlo. Berger deslumbró en Sitges, y ahora le toca el más difícil todavía en los oscar, donde creo que es la propuesta más original y rompedora en animación. Por explicitarlo sin desvelar absolutamente nada, porque hay que verla con la misma virginidad con que se nos entrega: mezclemos sin miedo al mejor Miyazaki y el mejor Pixar y añadan un soplo de Chaplin...
Preciosa.
Saludos.
2 comentarios:
Clever title for this post - like it. I really want to see this, but it's not in cinemas in the UK until March - I don't know where else I can see it. 😕 I'll revisit this post once I've seen it. Thanks for recommending. Hugs.
Ésta tienes que verla sí o sí. Para mí una de las mejores películas del año sin ninguna duda. De este mismo director te recomiendo TORREMOLINOS 73, mientras esperas a ésta.
Un saludo afectuoso.
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