Me parece haber captado el sitio al que Greta Gerwig (desde ya, candidata a cineasta más sobrevalorada del momento) quiere dirigirse con BARBIE, otra cosa es el brusco viraje que lleva esta insensatez de brilli brilli lacrimógeno hacia los tranquilos valles de la comercialidad disfrazada de subversión. BARBIE es exactamente lo que parece, una tontería equivalente a jugar con muñecas con demasiada edad, creerte las mentiras desviacionistas de una industria glotona y adherente, o ir a un concierto de NKOTB cuando tus hijos ya han dejado la universidad. Y eso que el arranque es magnífico, con guiños metacinematográficos muy divertidos, que nos hacen pensar en una parodia descacharrante a mayor gloria de Margot Robbie y Ryan Gosling, cuya entrega hubiese merecido algo menos descafeinado que este relatito sobre falsos empoderamientos y techos acristalados con capas de pintura acrílica. Tiene, eso sí, algunos momentos divertidos por no temer al ridículo, y hay que reconocerle la meritoria recreación de esa "vida circular", a modo de día de la marmota, del ideario inmovilista del "mundo color de rosa" supracapitalista. Es muy extraña, porque no parece hecha ni para niños, ni adolescentes, ni adultos, pero aun así los tentáculos del marketing aplicado han hecho su trabajo una vez más y nos han colado de rondón esta tenebrosa mixtura entre Eurovisión y el saloncito de té de miss Dolly Parton... Ustedes verán, yo sólo espero que no gane o me veo dimitiendo de esto...
Saludos.
3 comentarios:
Sin haber visto todas las películas de Greta Gerwig, prefiero esta "Barbie" (la palabra insensatez es adecuada al invento, pero tiene sus momentos) a la insulsa "Frances Ha".
Saludos.
Aquella era de Baumbach? Igualmente son ya un tándem, creo.
Ésta tiene momentos divertidos, pero le falta dar algún paso adelante y hacerlo saltar todo por los aires.
Un saludo.
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