jueves, 14 de septiembre de 2023

Manual del incursionista


 

INSIDIOUS solía ser una referencia ineludible a la hora de hablar de pertinentes "actualizaciones de género". Una especie de ensayo y repetición de las posiblidades técnicas de hoy en día para revitalizar un cine de terror que, sobe todo durante los ochenta, rebajaba la truculencia para adentrarse en la creación de atmósferas. Siendo breves, INSIDIOUS: THE RED DOOR se salta a la torera los aciertos de la idea original de James Wan, para convertirse en una extraña tabla de cálculos y probabilidades, las que alguna luminaria de Blumhouse debió pensar para incluir al actor Patrick Wilson en su nómina de realizadores "estándar". No es ya que esté todo visto y requetevisto, sino que no aporta nada nuevo, mínimamente original, y es apenas un producto de uso y consumo, con una factura visual que no está mal del todo, pero con un desdén por narrar coherentemente que nos remite a franquicias peores que ésta. Es extraño, porque no es una "película mala" por estar mal hecha, sino por lo descuidado de un factor que a mí me parece imprescindible: el entusiasmo. Un excursionista es capaz de asumir los retos y solventar lo desconocido; un incursionista tiene diseñado hasta el jarrillo de lata para beber agua. Pues eso.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!