domingo, 19 de marzo de 2023

Rincón del freak #545: Datos del esperpento sincopado


 

Qué quieren que les diga. Tiempos difíciles, por lo que es perentorio solazar la mangurria, además de incentivar ese disoluto glanduleo de la autoestima. Como no se me da bien, acudo dominicalmente a desastres naturales, casi todos en forma de cine subterráneo, que lo hay y mucho. Y la de hoy es de traca, y mala, e indefendible, y ni siquiera apuesta por una miaja de chanza subcutánea. Es mala, y ya está; y los que la hicieron lo sabían, y los que la siguen viendo, 46 años después, pues también. Y les ahorro la retahíla de títulos plurilingüísticos, por lo de abreviar, que no abrevar. LA BESTIA IN CALORE era una de aquellas inusitadas exploitation, que durante un puñadito de años nos colaba a despiadadas oficiales nazis, preferentemente torturadoras con TitanLux, o bien metidas en tareas de deconstrucción humana a base de brebajes bacteriológicos y demás zarandajas. Aquí, la excusa es la creación de una bestia humana, de inagotables apetitos folladores, que en realidad no era más que un pobre diablo con acromegalia, que las escasas veces que aparece está recluido en una minúscula jaula, adonde le van llegando señoritas en apuros y en cueros también. No importa, porque he ahí el reclamo desde la pimpollesca portada, que llevó a esta bobada a ser considerada "S" (enigmática letra para cualquier centennial, por supuesto). Si hubiese ido sólo por ahí, con la pérfida (e inexpresiva) Macha Magall al frente, podría tener hasta su gracieta, pero Luigi Batzella, al que alguien le dijo un día que podía dedicarse a esto, se recrea con una dirección de actores inexistente, un sonrojante intercalado (birlado, más bien) de pelis ajenas, irrespetuoso hasta con el etalonaje, y un tiroteo final directamente chanante, con gente entrando tarde en escena y muertes que hubiesen necesitado del verbo valleinclanesco para comprenderse su naturaleza miserable, peor que cutre, decididamente ofensiva...
Yo sólo la vería con resaca de orujo y una bandeja de Miguelitos de La Roda...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!