jueves, 2 de marzo de 2023

Órdago y farol


 

La recomendación número uno que yo haría a quienes vayan a ver KNOCK AT THE CABIN, sin duda sería "rebajen las expectativas". Se trata, sin duda, de toda la filmografía de M. Night Shyamalan, esa película de la que se puede afirmar que no es la mejor, pero tampoco la peor ¿Y esto qué quiere decir? Quiere decir, al menos para mí, que se trata de un trabajo de transición, en el que el director de EL SEXTO SENTIDO intenta reconducir su errática carrera, reverdeciendo los laureles que le trajo dicho título, para ir borrando algunos notables fiascos. Fiel a su propio y reconocible estilo, Shyamalan nos propone un juego diabólico y aparentemente sin una solución sencilla, lo que llamaríamos "un órdago". Sin muchos preámbulos, cuatro desconocidos se presentan en una apartada cabaña, donde se encuentran de vacaciones Andrew, Eric y su hija adoptada, Wen. Armados con extravagantes artilugios, todo hace pensar en un típico slasher de asedio, pero la actitud de los extraños no es exactamente la de unos asaltantes, sino que les van a intentar convencer de que hagan algo simplemente inasumible, o de lo contrario la humanidad estará condenada. Es aquí donde la jugada me parece más un farol que otra cosa, pues (y recordemos que se trata de una adaptación) una premisa tan absurda y totalitaria necesita un giro de guion antológico, y créanme que aquí no lo hay. Es un film que funciona más como artefacto atmosférico y de extrañamiento, pero que no consigue aprehender y expandir sus ambiciones fuera de campo, relegándola a un eco sin reverberancia. 
No diría que fallida, pero sí insuficiente. Entretenida sin más.
Saludos.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!