Hay muchas cosas que me dicen que IM WESTEN NICHTS NEUES es una gran película, de las que perduran. Aunque quizá sea lo contrario, que estamos ante una película con vocación inequívoca de perdurar, suponer una experiencia cinematográfica tan fuerte que resulte ineludible a través de los años. La novela original de Erich Maria Remarque, que ha conocido varias adaptaciones, es tan potente, tan rotunda, que hablamos precisamente de "experiencia", abriendo un campo riquísimo de posibilidades a cineastas con el suficiente talento para usarla como lienzo virgen ¿Qué le falta, por tanto, a este film para obtener cartas de gran magnitud? Primero, como suele pasar, que ya estaba hecha antes, lo que siempre me supone un hándicap de entrada, y dispara la avidez por la no repetición, dar el salto mortal nunca antes visto. Luego está el problema de la acumulación, y Edward Berger (al que conocí con la excelente miniserie THE TERROR) no da un respiro al espectador, al que sólo le quedan las opciones de sentirse extasiado o aplastado por esta terrorífica asomada al horror con mayúsculas, en la que seguimos al joven soldado Paul Bäumer, incrustado en el terrible frente occidental de la WWI. Un gran acierto, sin embargo, es no obviar el gran mensaje del texto original, de un antibelicismo jamás inocente, y sí basado en lo que aquí es una inmersión asfixiante, por momentos de enorme belleza visual, pero de crudeza insoslayable. Le concedo el esfuerzo titánico de una gran producción, que además nunca flaquea en distancias cortas, y que este año cuenta nada menos que con nueve nominaciones a los oscar, aunque ni mucho menos es la favorita. Pero no sé por qué, yo no la descartaría del todo.
Saludos.
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