"El cine no debe contar historias. No son historias". "El proletario se alza por las migajas, que serán arrebatadas a un semejante". "Las mujeres viven la ilusión de la igualdad mientras se les permita imitar a los hombres".
BRITISH SOUNDS se inicia con otro apabullante travelling a cargo de Charles Stewart, que recorría la actividad en una planta de ensamblaje de Ford en Londres. Aparentemente, ese infierno de ruidos, golpes y otras estridencias, es el ideal del progreso en aras de la intermitencia de la Historia. Ésta va replegándose y expandiéndose como un corazón autónomo a lo largo de los siglos. Mientras, un adulto hace repetir a un niño hechos históricos, desde la Baja Edad Media hasta la era contemporánea. El niño repite todas aquellas revueltas, sublevaciones, revoluciones y soflamas, tan sólo para comprender que sólo se puede luchar por el cambio si se está dispuesto a aceptar la derrota de antemano. Todo lo expuesto en BRITISH SOUNDS ocurre exactamente igual en 2021; y más allá de las correspondencias, deberíamos entender que no hemos entendido absolutamente nada.
Saludos.
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