sábado, 9 de diciembre de 2017

Los cineastas del paréntesis #4



Ustedes habían de permitirme que el aliento poético tomase las líneas que, la mayoría de veces, se han desplegado explicativamente. El cine de António Reis y Margarida Cordeiro sólo puede tomarse desde la radicalidad, o como una pedantería insoportable o como una obra maestra insuperable. Es un cine que parece hecho por otra raza, en otro planeta, con significaciones que igual parecen muy simples y muy complejas, que fascinan o irritan, y que desde luego atentan contra el eor enemigo del arte, la comodidad. El último film de Reis y Cordeiro fue ROSA DE AREIA, que desde su polémico estreno en 1989 no ha hecho más que acrecentar la leyenda sobre sus creadores, que ya no volverían a filmar nada más, y de hecho dejaron inconcluso un ambicioso proyecto, la puesta en imágenes de "Pedro Páramo". Nadie entendió entonces esta tremebunda película, una sucesión de imágenes desoladas, de fragmentos históricos y de recitados, desde Montaigne a Kafka, mirando al universo desde las palabras de Carl Sagan mientras un cerdo es sentenciado a muerte en plena Edad Media. El significado del film no habría que buscarlo en el mismo, sino en nosotros en tanto que espectadores despiertos, expectantes, que no deberíamos plegarnos al fofo sogno de la eterna repetición. Es la fortuna del adulto que aún es capaz de observar con ojos atómicos de niño...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!