jueves, 9 de junio de 2011

Una lección de humanidad



Uno tiende al equívoco con una película como DES HOMMES ET DES DIEUX (¡Una película sobre unos tozudos monjes cistercienses que se niegan a abandonar su monasterio en el Atlas norteafricano aunque un grupoorganizado de terroristas se está cargando a todo bicho viviente...! ¡Ufffff!). Sí, es una buena sinopsis para describir una mala película; sin embargo, DES HOMMES ET DES DIEUX es una película magistral, y por muchos otros motivos. Lo es por su cadencia, inteligente, sincera, sin buscar en ningún momento el efectismo implícito en una historia que es, en otras manos, carne de telefilm. Los monjes viven en armonía con los habitantes del poblado, al principio del film todos asisten con diligencia a la fiesta de la circuncisión de un chaval, y comparten los cantos del Corán con respeto. Mantienen un pequeño consultorio médico que la mayoría de veces sirve como improvisada casa de caridad... En fin, lo complicado es darle el giro necesario a todo esto para no caer en un ternurismo desbocado. Así, en la noche de Navidad, y pese a los insistentes ruegos del consulado para que los monjes abandonen el lugar, se producirá un encuentro revelador e inesperado. Un grupo de terroristas irrumpe por la fuerza en busca de medicinas, la sorprendente reacción del hermano Christian será lo que marque a partir de ahí el film, que mostrará a los monjes más convencidos de quedarse y repentinamente convertidos en un incordio para el ejército del Estado. Con dos o tres escenas absolutamente vibrantes, como el extraño vuelo del helicóptero sobre el monasterio mientras los monjes cantan el Lux aeterna, o una "última cena" sin palabras pero con vino y "El lago de los cisnes", que suena más estremecedor que nunca, Beauvois realiza un trabajo absolutamente impecable en cuanto a producción y montaje; mención aparte debe tener la imponente fotografía de Caroline Champetier y unos actores inmensos, colosales; especialmente el trío formado por Lambert Wilson, Michael Lonsdale y Olivier Rabourdin. De lo mejor en materia de interpretación que he visto desde hace algún tiempo en el cine europeo. No hace falta que se lo recalque: imprescindible.
Saludos meditados.

2 comentarios:

Cinemagnific dijo...

Pues a verla. Y el tema interesa.

Möbius el Crononauta dijo...

Vaya vaya. Apuntada queda.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!