domingo, 19 de junio de 2011
Rincón del freak #28: Freaks que son freaks, interpretando a freaks para otros freaks
¿Cuál es la razón de la existencia de algo como GENTLEMEN BRONCOS? Sólo si la han visto sabrán de qué les hablo. Jared Hess no realiza una frikada más, ni siquiera busca un retorcido juego visual que rompa en plan kamikaze con la estética actual e imperante. No, nada de eso; Hess abandona cualquier lugar común que pueda pertenecer al mundo del cine, el cine de esta época, se entiende, precisamente para ofrecer una brutal cucharada de lugares no ya comunes, sino pertenecientes al imaginario sentimental más íntimo. Todo es cutre, todo es barato, todo está un nivel por encima de lo simplemente disparatado y todo alude a lo que siempre nos ha dado vergüenza, lo que hemos ido enterrando a lo largo de una juventud con mil y una transformaciones, hasta convertirnos en lo que somos actualmente, que no quiere decir que sea nuestra versión definitiva, pero que intenta estar lo más alejado posible de aquellas conductas poco decorosas de "entonces". Hay una historia, sí, pero no importa, da igual; da igual porque no sé qué importancia pueden tener hoy día las desventuras de un adolescente inadaptado que se pirra por las novelas de ciencia-ficción serie triple Z, con portada pintada a mano y cuyo máximo exponente es un tal Chevalier, un estrafalario trasunto de escritor con pinta de haber sido extrapolado directamente de 1971. La excusa, en este caso, es que el chaval escribió una historia (con el extraño título del film) y la envió a su adorado ídolo, que en realidad no escribe una sola línea desde hace años. Rechazada la historia, nuestro protagonista pierde la esperanza de convertirse en escritor, hasta que ve cómo Chevalier obtiene "un éxito masivo" con la novela que le había mandado. Nada nuevo bajo el sol, sólo el inacabable freak show de gafas de carey y chalequitos pelotilleros y los delirantes pasajes recreados directamente de la novela, donde un irreconocible Sam Rockwell (véase foto) surca los cielos de un planeta ignoto a lomos de ciervos que lanzan cohetes, en lucha constante contra los gigantes cíclopes del espacio... Entre ustedes y yo, si para arrancar una mísera sonrisa ha de existir una constante sensación de estupor, francamente, a mí me parece que algo falla; y, sí, casi todo es fallido en esta película (o lo que sea) flojita, flojita, flojita...
Saludos desde Zorak 7-B9...
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
2 comentarios:
Sip, esto está empezando a volverse abstracto
Deberían poner un fotograma de esta película junto a la entrada "Bizarro" en el diccionario...
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