jueves, 23 de junio de 2022

Regímenes de quita y pon


 

THE DOGS OF WAR es una película, como su propio nombre indica, "de guerra", con todo lo que esa denominación conlleva. Pero es atípica, con un ritmo interno muy extraño, como si quisiese ser otra cosa, otra historia. En un momento dado, transita la solitaria vida del mercenario interpretado por un Christopher Walken pasadísimo de vueltas, que se debate entre la búsqueda de una vida normal y apacible, por lo que intenta volver con su exmujer, o abandonarse a la locura de las armas y hacer lo único que sabe en esta vida: matar. La novela de Frederick Forsyth es bastante más compleja y menos efectista, y se centra en la misión que emprende este hombre, infiltrándose en un país africano regentado por un déspota de manual. Las intenciones, sin embargo, son aún más oscuras: derrocar al tirano para poner a otro y que continúe la fiesta de intereses creados. El mercenario es descubierto, torturado y expulsado, y lo que debería haber acabado ahí se convierte en una cruzada personal, que desemboca en una sangrienta misión que, en mi opinión, llega demasiado tarde, y queda como un despliegue de armamento y explosiones nocturnas. Es una película que quiere tocar demasiadas teclas, ser más estructurada de lo que finalmente es, y que hoy día, algo olvidada, merece la pena rescatar como rara avis en una época prolífica en cine bélico.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!