Me ocurre algo con el cine de Mike Mills que no consigo definir con exactitud, y ni siquiera logro decirme si es un cine que me gusta o no. Es más complicado que esa explicación tan simplista, y que alude más a que sus guiones, de tan cercanos, me son ajenos, como si hablásemos de unas vidas, unas motivaciones, que sólo nos pertenecen parcialmente. C'MON C'MON, su último film hasta la fecha, es un extraño relato de convivencia y aceptación, aparentemente intimista, pero que abarca mucho más terreno de lo que podríamos esperar de un cine altamente "independiente". Johnny es un locutor de radio, que busca contenido para sus programas a través de numerosas entrevistas a gente anónima de todo el país; él les deja hablar, expresarse, y luego saca sus conclusiones. Un día recibe la llamada de su hermana desde L.A., en la que le pide que cuide a su sobrino mientras ella viaja a la ciudad donde está su exmarido, gravemente enfermo. El film nos descubre la compleja relación que se va formando entre este hombre, sin ninguna experiencia paternal (y se diría que ni sentimental), y un chaval de gran inteligencia y modos poco infantiles. Sin querer explicar mucho más, estoy seguro de que hará las delicias de los espectadores que buscan experiencias íntimas, sin artificios, que aquí se deriva de la extraordinaria química entre Joaquin Phoenix y el joven Woody Norman, que se embarcan en un conocimiento mutuo que constantemente los separará y unirá. O lo que intuyo que Mills nos quiere decir, y es que no existe una forma perfecta y normativa para entendernos, o hacernos entender.
Es una buena película, algo fría y desapegada, pero que se ve sin mayores problemas.
Saludos.
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