Y sí, BLACK HOUSE tuvo una continuación, o mejor dicho un remake, o las dos cosas. Esta nueva versión, hecha ocho años después, tiene varias particularidades, como estar hecha en Corea del Sur, o eliminar el sentido del humor, marciano y descacharrante, de la original japonesa. Ésta está mejor hecha, pero no es tan divertida; un poco más truculenta, pero tomándose en serio a sí misma, tanto que el protagonista abandona muy pronto su facha de apocado agente de seguros, y termina como cualquier detective de manual. Es un film de manual, con pocas sorpresas, muy poco conocido fuera del circuito asiático, y con algunos añadidos, como la inquietante presencia de la actriz Yoo Sun, capaz de dejar atrás su condición de sex-symbol, para irrumpir con un rol realmente terrorífico.
No está del todo mal, pero es otra película muy diferente, por si esperaban algún cachondeo coreano...
Saludos.
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