Y terminando este breve repaso a los furgones blindados y las vicisitudes de sus ocupantes, nos encontramos con MONEY MOVERS, producción australiana de 1978, en la que un incipiente Bruce Beresford daba un buen ejemplo de nervio narrativo y tensión creciente. Con un guion sólido, firmado por él mismo, sondeaba a un grupo de atracadores que planea un minucioso y ambicioso golpe a un furgón que transporta 20 millones de dólares (de los de allí). Lo que más llama la atención es la construcción de personajes, siempre moviéndose en el dilema de si su delincuencia es lícita, mientras las fuerzas del orden dejan entrever un sistema corrupto hasta el tuétano. Un thriller al que se le nota la escasez de medios, pero que remonta dignamente con un solvente grupo de actores (por allí estaba un primerizo Bryan Brown), que dan empaque a este semidesconocido film de un director, aunque me cueste reconocerlo, que siempre me ha parecido un poco por debajo de sus verdaderas posibilidades.
Saludos.
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