YOUNG SÁNCHEZ, también de 1963, es toda una rareza del cine patrio, un relato de aquellas sórdidas veladas de boxeo, en una España aún deprimida, y en la que los jóvenes buscaban cualquier forma para salir de la miseria. Con guion de Ignacio Aldecoa, la película sigue a Paco, que trabaja en una fábrica y por las tardes acude a un gimnasio, donde "el viejo" ve las tremendas cualidades que tiene para el boxeo, al mismo tiempo que lo intenta apartar de las tentaciones, sobre todo de un promotor que le ofrece una carrera profesional meteórica, pero que esconde nada más que combates arreglados. Una película sólida, con buenas interpretaciones (con el malogrado Julián Mateos al frente), y un ritmo que a veces se hace complicado de encauzar, dado que Camus otorga tanta atención a unos combates de gran realismo, como a esa otra cara de la vida, entre trabajos de mala muerte y tabernas mugrosas. Se trata de una cruda mirada a las trampas de los ascensos rápidos, aunque la historia bien habría merecido un poco más de profundidad y empaque.
Saludos.
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