Otro de los títulos más reivindicables en los que participó Sean Connery es OUTLAND (en España, ATMÓSFERA CERO), un estupendo "western espacial", que homenajeaba sin ocultarlo a SÓLO ANTE EL PELIGRO, y que supuso una especie de adelanto involuntario de BLADE RUNNER, no tanto por la temática como por la imaginería visual. El film, a casi 40 años de su estreno, ha envejecido mejor en unos aspectos que en otros, y se nota la mano artesanal de Peter Hyams en unas escenas realizadas con sumo cuidado por el detalle, aunque cierto es que la tecnología que supuestamente ha llevado al hombre hasta Júpiter nos parece hoy día sacada del Toys'r'us... Connery cumple con creces interpretando a ese hombre de una pieza, probablemente el único hombre con principios morales, por mucho que su matrimonio haya fracasado irónicamente por dicha integridad, lo que le ha llevado a destinos cada vez más sórdidos. La excusa aquí es la muerte en extrañas circunstancias de varios obreros en la gigantesca excavación en Júpiter, y cómo la investigación de este nuevo jefe de policía destapa una trama de corrupción que lleva años produciéndose, ante la indiferencia general. Esta indiferencia cuaja en el espléndido último tercio del film, que mira directamente a la obra maestra de Zinnemann, y que por desarrollarse en el espacio exterior casi es una obra de cine mudo. Una cinta eminentemente entretenida, y que colocaba a Connery como uno de los actores más eficaces del cine comercial.
Saludos.
2 comentarios:
Un título a reivindicar, por supuesto.
Saludos.
Lo cierto es que no ha envejecido tan mal como cabría esperar...
Un saludo.
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