Hay ocasiones en las que uno se desarma, se despoja de la poquita altivez que pudiera tener y usa eso tan raro de la comprensión. Cuando en una misma semana aludimos a la constante renovación y vigencia de Godard, la cátedra de Ford, el asombro de Cronenberg o cómo el cine está mostrando signos de estar más vivo que nunca, precisamente en mitad de una crisis que podría herirlo de muerte. De repente, digo, me envían un archivo desde una universidad de Yanquilandia, con el mensaje "waiting for your sincere approval"; lo que, además de no ser muy común, efectúa un irresistible influjo que me obliga a visionarlo. Lo que me encuentro no es una película, más bien un embrión, un adorable intento de subirse al proceloso carro de la realización por parte de un señor que lleva alrededor de diez años filmando con presupuestos por debajo del SMI... La cosa en cuestión se titula DARK OCTOBER, y tras unos planos aéreos (usando grabaciones de avionetas), y una banda sonora que evoca pretéritos teclados desnvueltos bajo el abeto navideño, paso a describir el método de rodaje. Jóvenes jovencitas muy jóvenes al borde de reírse tras balbucear su línea de diálogo; diálogos en los que alguien habla y el otro lo mira con expresión bovina; cambios de plano absolutistas (porque cambia todo: el ángulo, la luz, el sonido y puede que hasta algún peinado); una trama basada en las cuatro pipiolas caminando, yendo en coche, comiendo en una hamburguesería (vacía) o tomando una copichuela en un local de striptease (vacío). Rematando, colegio abandonado, lentillas de gatete, sirope facial y un señor con pinta de disminuido físico y mental que parece el malo para terminar sucumbiendo ante la posesa, de la que se me olvidó añadir que lo es por infectarse con las páginas de un libro satánico... bueno, es un cuaderno con anillas, de dos rayas y pintarrajeado con Carioca... Si nada de esto les ha convencido es que no tienen sangre en las venas. Yo, me los llevaría a todos a casa, les prepararía una rica merienda y les daría besitos en las mejillas, como una abuela...
Saludos.
2 comentarios:
Una película que nunca veré -y seguramente tampoco vería aunque pudiese- pero que ya cuenta con mi simpatía.
Saludos.
Ni siquiera creo que sea una película, porque parece más un proyecto de estudiantes. Pero mira por dónde, ya tiene al menos una mención al otro lado del charco...
Un saludo.
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