sábado, 20 de enero de 2018

Back to the basics



Intuyo cual es el mensaje fundamental que quiere transmitir INTO THE FOREST, y no me parece mal, ni molesto, ni demasiado tramposo. El problema de esta extrañísima película ¿apocalíptica? es que carece de un sustrato lo suficientemente sólido como para que nos traguemos las inenarrables idas y venidas de una familia que paso a describirles junto a su circunstancia. Resulta que estamos en el futuro, pero no muy lejano, y apenas lo intuimos por el tipo de pantallas que pueblan la apartada casa en la que viven un hombre y sus dos hijas, tras la reciente pérdida de la madre. Una estudia y la otra ensaya exhaustivamente danza contemporánea, pero sus apacibles vidas se verán definitivamente alteradas tras un apagón eléctrico, que los deja a merced de poder ir al pueblo más cercano por provisiones. No parece probable que entonces se encadenen las situaciones absurdas, como dejar el coche sin batería por no cerrar bien una puerta, el gilipollesco accidente sufrido por el padre, pero sobre todo la actitud de las hermanas, que se siguen preocupando por nimiedades mientras su propio sustento está pendiente de un hilo. Además, lo mínimo que podía haber introducido el guion era algún indicativo de una situación mundial que se describe al borde del colapso, sin más detalles más allá de un par de apuntes que, en contraste con la desomatización de esta familia, roza incluso la comedia involuntaria. Mal asunto cuando el tono general es serio, cuando no directamente apesadumbrado. Dirige la veterana directora canadiense Patricia Rozema, en activo desde hace tres décadas, y protagonizan unas actrices que seguro hubiesen agradecido una mano más firme: Ellen Page y Evan Rachel Wood.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!