miércoles, 1 de noviembre de 2017
Películas para desengancharse #36
Hay películas que pertenecen por derecho propio a un lugar incómodo dentro del imaginario sentimental de cualquier cinéfilo, films a los que se les ha prestado menos atención de la que merecerían en una tardía y sosegada revisión... o no. Sí, porque AN OFFICER AND A GENTLEMAN es uno de esos títulos en los que uno piensa a base de clichés y lugares comunes tales como "la pareja del momento (Winger y Gere) mirándose arrobada en una puesta de sol", "la arquetípica (y aquí ultramachista) manifestación del sueño americano encarnado por el rebelde que lo apuesta todo por ser piloto y la chica que vive al lado de la academia y que sólo sueña por ser rescatada por el susodicho", "el amigo que se esfuerza menos por ser de extracción social más acomodada" o simplemente "el pastelazo de la temporada con canción machacona de por medio". Todo eso lo podríamos convenir, pero, de no ser prudentemente observadores, correríamos el riesgo de caer nosotros mismos en el cliché del espectador acomodado que es incapaz de ver más allá de las apariencias. Comenzando por la firme dirección del siempre irregular Taylor Hackford, un director eternamente oscilante entre el mainstream y la autoría, que comenzó su carrera con un imprescindible retrato sobre Charles Bukowski y luego ha filmado obras magníficas (BOUND BY HONOR, DOLORES CLAIBORNE) junto a medianías sin pena ni gloria. Lo cierto es que OFICIAL Y CABALLERO no es ni Kubrick, ni Coppola, pero es justo reconocerle que esa historia romántica no escatima momentos de alto voltaje erótico y poca sutileza, que los personajes femeninos tienen su justa importancia en medio de tanta testosterona, que el personaje del más que solvente David Keith protagoniza un desenlace inesperadamente truculento, y que de no habernos empachado en las radiofórmulas con ella "Up where we belong" sería otra maravillosa canción compuesta por el inolvidable Jack Nitzsche con la voz rota de Joe Cocker. Además, el señor Lou Gossett Jr. ejecuta aquí el papel de su vida... Con todos estos elementos, reivindicar este drama romántico universal sería fácil, pero no podemos estar toda la vida enganchados de ella... ¿no les parece?
Saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
6 comentarios:
el homenaje en aquel episodio de Los Simpsons cuando era una gran serie y no lo que es ahora, diría que es de lo mejorcito de la peli ;-)
Debo reconocer que en esta revisión me la esperaba peor, pero es un film correcto, solvente y que engaña poco. Y Gossett está tremendo...
Es pura fórmula, como señalé en mi post de agosto de 2016, pero indudablemente resultona. Fácil engancharse, difícil lo contrario. Además, cualquier película con Debra Winger dentro es merecedora de atención.
Saludos.
Secundo la moción...
No la he visto.
Hala, a ver quién puede presumir de lo mismo
(je suis an snob!!!)
No se pierde nada irreparable. Además, la canción de marras sólo sale en los títulos finales...
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