domingo, 5 de noviembre de 2017
Rincón del freak #288: Billy Wilder... sigue en los cielos. Películas para desengancharse #38
En el discurso de agradecimiento del oscar recibido por BELLE ÉPOQUE, Fernando Trueba dijo lo que más de uno piensa, que Dios es Billy Wilder, o al revés. Dos años después, Trueba tenía las puertas de Hollywood abiertas para rodar la película que llevaba toda la vida soñando, una comedia de enredos al estilo clásico, con un reparto internacional y la libertad de elegir incluso el texto y el guionista, que al final fue su hermano David. Y, bueno, Trueba hizo TWO MUCH. Cualquier parecido con la elegancia, ironía y maestría en el manejo de los tiempos y la dirección de actores de Wilder suena a chiste malo, a una de esas bromas fuera de lugar que dan por zanjada una reunión que estaba poniéndose incómoda. Y esa es la palabra que define con exactitud esta película, la incomodidad de unos actores que sobrepasan el mero estereotipo y se zambullen en la caricatura del cómico malo, que ya no sabe qué chiste contar para que la gente se ría. Antonio Banderas intepreta a un tipo bastante repelente que le endosa cuadros a los familiares de recientes difuntos, hasta que llega al funeral de un mafioso (o eso parece), cuyo hijo (un Danny Aiello que es de lo poco salvable) acaba persiguiéndolo, aunque se refugia en el coche de la ex-mujer de éste y termina en su lujosa mansión, donde también conoce a la hermana de dicha señora, y, como no puede ser de otra manera, se hace pasar por su inexistente propio hermano gemelo para poder beneficiarse a ambas. La sinopsis, así contada, no parece tan terrible, pero es la ejecución final, la zafiedad de lo que debería ser armónico y sutil, lo que hizo que Trueba se cerrase él solito las puertas doradas que tanto tiempo llevaba anhelando traspasar. Nunca he sido muy devoto de su cine, pero reconozco que tiene algunos films notables y que sus comedias de principios de los ochenta, con unos ineludibles Óscar Ladoire y Antonio Resines, han ganado con el tiempo. Esto... bueno, esto al menos sirvió para oficiar como el comienzo de la relación entre Banderas y Melanie Griffith... Algo es algo.
Saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
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