sábado, 16 de septiembre de 2017
Parque temático
WESTWORLD es, ustedes lo saben, la serie de HBO que corregía y aumentaba a la regular adaptación que Michael Crichton realizó de su propio libro, hace ahora unos 45 años. Aquella película tenía tantos aciertos argumentales como deficiencias puramente cinematográficas, y no me extraña que alguien se obsesionara con la posibilidad de una lujosa puesta al día; lo que no me esperaba era constatar unas cotas de calidad tan altas viniendo de alguien como Jonathan Nolan, el hermanísimo que hasta la fecha ha vivido más bien a la sombra del director de Batman y todo eso. Sin embargo, Nolan se revela como el buen guionista que es y mantiene el ritmo y el interés a lo largo de los diez episodios que dura esta primera temporada. El argumento, enigmático y claustrofóbico, presenta un futuro en el que las clases pudientes han encontrado una alternativa a sus rutinarias y previsibles vidas, un gigantesco parque temático que recrea el salvaje Oeste a la perfección; una especie de submundo alternativo habitado por los "anfitriones", émulos robóticos tan perfectos que pueden pasar por humanos auténticos y a los que se les puede hacer lo que a cada uno se le pase por la cabeza. La trama, que en ocasiones parece dispararse hacia la inconcreción, se mantiene fiel a su motivo principal, que podríamos dividir entre la inesperada toma de conciencia de su propia naturaleza por parte de algunos de los androides y la misteriosa búsqueda de un enigmático huésped, el "hombre de negro", que está convencido de encontrar el motor de un sitio por el que prácticamente lleva vagando años. WESTWORLD, además de un excelente guion, tiene uno de los repartos más impresionantes de las series recientes, donde encontramos a gente de la talla de Ed Harris, Anthony Hopkins, Thandie Newton, Jeffrey Wright o una espléndida Evan Rachel Wood, a la postre gran reivindicada del elenco. Una serie tan espectacular y entretenida como finalmente reflexiva, con un desenlace complejo pero armonioso y que me hace preguntarme una cuestión fundamental... ¿No será, a lo mejor, Jonathan el bueno?...
Ahí lo dejo.
Saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
4 comentarios:
Desde luego esta serie es mejor que toda la cinematografía del hermano junta. Tiene grandes momentos inolvidables y un tono general de notable pero hay algunos cambios de ritmo que no le sientan bien y alguna trama secundaria regular resuelta. En cualquier caso, merece mucho la pena. Y bueno, está el final...
Había leído tantas críticas positivas que no he podido resistirme, y debo decir que ha superado mis expectativas. Una serie sin muchas tonterías, seria, responsable y con un diseño de producción antológico. Y eso sin mencionar a los actores, que están casi todos estupendos...
Excelente serie. La cara de Ed Harris cuando se da cuenta que el juego recién comienza es impagable...
De HBO también recomiendo violentamente "Vinyl", una maravilla de historia que, por supuesto, fue incomprendida y al rato cancelada. El final de esa serie es una verdadera obra maestra. (Eso sí, imagino que tardará lo suyo, que el piloto, si mal no recuerdo, ¡dura casi dos horas!).
Saludos.
Apuntado queda...
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