martes, 19 de septiembre de 2017

Wajda. Brillo y dominio #3



El joven Wajda alternaba una intensa actividad como estudiante de cine en la escuela de Lodz con la preparación de los cortos que le servían como trabajos de graduación. La madurez que demostraba en estos primerizos trabajos queda patente en unos documentales, aparentemente pedagógicos, que revelan a un excepcional cineasta en ciernes, un creador de imágenes que siempre esconden una intención y un significado. De esta época es, por ejemplo, KIEDY TY SPISZ (MIENTRAS DUERMES), que evoca una sugerente analogía entre la inocencia del niño que duerme (simbolizando éste al futuro del país que hay que cuidar) y la incesante actividad nocturna de las factorías, que se encargan de que dicho país esté a punto al despertar. Panaderías, fábricas textiles e industrias alimenticias, que son mostradas en un espléndido trabajo de montaje, muy en la línea eisensteiniana, mientras el poeta Tadeusz Kubiak despliega un recitado que se extiende por la totalidad del metraje.
Otra impagable oportunidad de descubrir a este primer y sorprendente director.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!