jueves, 29 de septiembre de 2011
Cheap tricks
Sorprendentemente, THE GREEN LANTERN es un film tibio, anodino, extrañamente anticomercial y con uno de los peores castings que se recuerdan. Empezar por algo va a ser muy complicado; podría mencionar la base, que es lo poco que recuerda esta supuesta "recreación" de uno de los superhéroes más emblemáticos de la D.C. a su particular universo comiquero. Lo que en manos de sus guionistas era un compendio de aventuras interestelares, humor fino y el infinito ramillete de posibilidades que da el personaje (prácticamente puede crear cualquier cosa con el poder de su anillo), aquí es reducido a una pésima anécdota de algún suplemento dominical local. Además están los Green Lantern Corps, que redimensionaron, allá por los noventa, a un personaje con claros síntomas de fatiga; en la peli es un cachondeo, como una afable reunión de amiguetes para rememorar viejas hazañas. Nunca he sido muy fan de Green Lantern, pero reconozco que en la D.C. lo han sobado, moldeado y mutado mil veces para lograr su gran popularidad. Vayamos entonces al grano ¿Ryan Reynolds?... Hombre, no es que lo haga rematadamente mal, pero cada plano sostenido parece estar reprimiendo una carcajada; francamente, puede que estas cosas sean escalones hollywoodenses irrechazables, pero a mí me parece un lunar en toda regla. Peter Sarsgaard: ídem. No sé qué carajo pinta un actor tan interesante como él adornado con un cabezón de goma... Patético. Para colmo de males, dos ex-actores (sí, como suena, gente) como Angela Bassett y Tim Robbins se prestan para ser lanzados por los aires y estrellados contra cristaleras... muy friki, vamos... El malo maloso es lo más cachondo de este desaguisado. Parallax, que para quien haya seguido un poco los comics es un imparable devorador de mundos (estilo Galactus pero más feo y más grande si cabe), es aquí una gilipollez de monstruito totalmente abarcable e incapaz de destruir un mísero laboratorio... en fin... A Martin Campbell, un director constantemente bajo sospecha, esto le sirve como pretexto para filmar una especie de 11-S a escala que intenta pasar nada menos que por el fin del mundo. Muy poquitas cosas se salvan de este desastroso cúmulo de despropósitos; quizá la recreación de Sinestro por parte de Mark Strong (y tampoco, porque es pseudodigital), aunque lo suyo habría sido darle un poco más de bola... no sé... da igual, francamente...
No, no la vean. Es que es tan inane... Sí, definitivamente creo que la palabra es ésa...
Saludos verdes.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
3 comentarios:
Yo solo se que me provocó tal sopor que me dormí el 80% del metraje. Luego vi El arbol de la vida, y me pareció como de Michael Bay en comparación :-)
¿De Michael Bay cuál? ¿La de Malick?...
Es una pena que hagan pelis tan malas de los cómics. Especialmente en ésta, como dices, y con el 3D, se podían hacer cosas curiosas. Pero el talento está en los creadores de las historias de papel, que creo que deberían participar en las películas. El guión es una bazofia, casi tan malo como el de Super 8.
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