jueves, 12 de enero de 2023

Majuelos y catleyas


 

Se puede ser Proust o Stephen King, Tintoretto o Tom of Finland. Cuando el envoltorio supera al contenido, las sensaciones desaparecen, o son sustituidas por lo que conocemos como "sucedáneo". THE MENU sucumbe ante sí misma, su única naturaleza posible, que es la cel telefilm estirado; un telefilm muy bien hecho (bonito, quizás), que pretende ser muy inteligente, pero que contiene un ingrediente para nada secreto. El guion de Seth Reiss y Will Tracy quiere autoestilizarse, brillar por generación espontánea, y eso suele devenir en productos autoconscientes, saciantes de espectadores sin demasiadas carencias vitamínicas, como una cheeseburger aportando nutrientes rápidos. Aun así, el film tiene sus cosas, como un estupendo Ralph Fiennes, cuyo complejo personaje hubiese demandado algo más de profundidad. Por contra, quedan multitud de flecos en el aire, porque no sabemos absolutamente nada del germen real del diabólico juego al que este chef de alta cocina se dispone a someter a un reducido grupo de comensales, en eso que ahora se llama "experiencia gastronómica". En resumen, si van a verla con grandes expectativas les decepcionará; si por contra buscan un entretenimiento de calidad, es posible que la disfruten... o la sufran. No es casualidad la referencia a la hamburguesa, y sólo conozco a dos artistas, de los cuatro citados, que harían apropiación de ello.
Saludos.


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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!