Desde Luis de Funes, existe una vertiente en la comedia francesa dada a relatar las andanzas de algún gendarme, normalmente bienintencionado, pero cuya rectitud le hace chocar frontalmente con un sistema que no acepta sus métodos. Los franceses y su sentido de la comedia, no siempre bien entendido. En Sitges se han visto este año varios ejemplos, y uno es L'ANÉE DU REQUIN, destartalado homenaje al TIBURÓN de Spielberg (y ya es mucho decir), que incide durante gran parte de su metraje en un tono decididamente sarcástico/costumbrista, cuando una gendarme costera, a punto de jubilarse, ha de enfrentarse a un tiburón que amenaza la tranquilidad de una población turística. Sin ser un film mal realizado, y de hecho tiene algunas escenas acuáticas bien resueltas, tiene un problema tonal absolutamente inexplicable. Durante su primera mitad predomina esa comicidad burlona, exagerada, con personajes sobredimensionados y la excusa del tiburón casi como un elemento que subraya lo estrambótico. Sin previo aviso, la parte final es una película diferente, que entra en el terror físico, y que parece como una rectificación para contentar a todo tipo de espectadores, lo que desemboca en un film irregular y con decisiones más que discutibles. Lo mejor, de largo, la interpretación de Marina Foïs, que poco a poco va consolidando su talento, apto para prácticamente cualquier género.
Olvidable.
Saludos.
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