miércoles, 29 de abril de 2020

Ayúdame y te ayudaré



UNE AFFAIRE DE FEMMES es, sin ninguna duda, la mejor película que Claude Chabrol filmó en los ochenta, y uno de sus títulos capitales, al tiempo que abría la que es su época más reconocida (y reconocible). La historia nos sitúa en un miserable (en todos los sentidos) Vichy, ocupado por los alemanes, donde hombres y mujeres intentan sobrellevar sus vidas sin saber qué les deparará el día siguiente, sintiéndose acechados no ya por los ocupantes, sino por sus propios vecinos, que les venderían por un plaro de lentejas. Desmarcándose del trillado relato de entreguerras, el film prefiere transitar los huecos de lo sórdido, fijándose en la figura de Marie, una mujer aparentemente anodina, cuyo marido está en la guerra, dejándola con dos hijos en un cuartucho y sobreviviendo como puede. Marie sueña con viajar a París, ser cantante, aunque no tiene ni dinero ni voz; y en esa especie de ensoñación, un poco burda y un poco ingenua, se aposenta su meteórico ascenso de manera casual, ayudando a su joven vecina a abortar con unos métodos casi medievales. Chabrol es capaz de configurar un complejo entramado social, con unos personajes perfectamente delineados, cumpliendo cada uno su función y dotando a su crudo desenlace de todo el sentido. Isabelle Huppert, por su parte, se volvía a encontrar, casi diez años después, en un papel muy parecido al anterior que tuvo con Chabrol, una mujer a la que no podríamos tachar de malvada, pero a la que puntualmente miraremos con recelo, ya sea por su arribismo o por el abandono al que somete a su marido e hijos, una vez que éste regresa del frente, herido y sin posibilidad de trabajar. Ella se convierte entonces en el pilar económico de la familia, aunque para ello tenga que mezclarse con prostitutas o los propios colaboracionistas que hicieron, por ejemplo, que se llevaran a su mejor amiga "sólo por ser judía".
Gran película.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!