viernes, 17 de abril de 2020

El árbol caído



Reconozco que no había visto absolutamente nada de Oliver Laxe antes de zambullirme en O QUE ARDE, con la que alcanzó el Premio del Jurado en Cannes y un par de Goyas, uno de ellos discutible, pero el otro merecidísimo. Un poco resentido por algunas muestras de "cine contemplativo" reciente, henchido de ombliguismo pero vacío de contenido real (buena palabra), lo cierto es que esto es otra cosa, un austero pero bello acercamiento a la condición humana puesta a prueba, sin artificios ni adornos, más alla de los que la propia naturaleza esté dispuesta a ofrecernos. La realidad no es cine, es realidad; pero quizá habría que darle la vuelta a esta aseveración, porque ¿no es el cine realidad misma? Algo así parece preguntarse Laxe, volteando cualquier convención cinematográfica, convirtiendo lo que podría haber sido un apesadumbrado diagrama de cartujo trascendentalismo en un vibrante western que de repente muta en crónica social, drama, acción, comedia... Y así por casi cualquier lugar común del imaginario cinéfilo, solo que con sus propias reglas y sus propios objetivos. Entre ellos, visualizar el peso de la culpa, el del hombre que regresa tras haber cumplido cárcel por pirómano; o el difícil equilibrio entre naturaleza y progreso, con la indecisión de atribuir por entero la problemática de los incendios forestales a uno u otro. La realidad es realidad, como el cine es cine o las ideas son ideas. Podemos ver la vida pasar, y pensar que es cine... O al revés.
Saludos.

2 comentarios:

Mister Lombreeze dijo...

Agree
Después de ésta, vi "Mimosas" y también me gustó mucho.

dvd dijo...

A ver. No me ha parecido la "maravilla" que llevo leyendo por ahí desde hace tiempo, pero reconozco que me ha sorprendido. No "gratamente", sino que realmente me ha sorprendido, porque la esperaba más relamida, más "arty", y no. Hay momentos, sobre todo al final, que son John Ford puro, con los sentimientos desatados y las miradas hablando. Y esa comedia de chascarrillos costumbristas no se ve forzada. Muy buena película, teniendo en cuenta los mimbres con los que se mueve.
Por cierto, por si no había quedado claro, el Goya merecido es el de fotografía. Mauro Herce es un genio...
Un saludo, maño.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!