jueves, 5 de noviembre de 2015

Re-entornos



Los renacimientos siempre cobran su peaje. WAKE WOOD, de 2011, estaba llamada a ser una especie de acontecimiento, algo que los aficionados al cine de terror llevaban décadas esperando: la primera producción genuinamente Hammer desde 1979, año en el que la legendaria compañía cerró por bancarrota. El problema siempre es el mismo, y pese a los esfuerzos del irlandés David Keating, que había debutado quince años atrás con la notable SUMMER FLING, el conjunto es desalentador, incluso contando con el inmenso Timothy Spall en un papel tan mal dibujado como todo lo demás. Desconozco si se trataba de un ensayo alegórico, pues el argumento gira en torno a un pequeño pueblo, el Wakewood del título, donde trabaja una pareja de fuera, él es veterinario y ella farmacéutica. Un terrible accidente les arrebatará a su única hija y ya no levantarán cabeza. Sin embargo, un día descubren un misterioso ritual que se lleva practicando en el pueblo desde hace cientos de años y que les podría dar la oportunidad de ver a su hija renacida, aunque sólo por tres días, con el objeto de poder despedirse adecuadamente de ella. Y todo con la condición de que ambos se queden para siempre en el pueblo y ayuden a la comunidad.
En fin, el argumento, sin inventar la pólvora tiene su cosa, y se le ven las buenas intenciones, pero es poco menos que insólita toda la premura que exhala el conjunto, sobre todo siendo una producción que ha esperado tanto a ser hecha. Los personajes son esquemáticos, sin dobleces, y algunos diálogos parecen sacados de un manual de ortodoxia, pero lo peor es el espasmódico montaje, que va haciendo saltar las situaciones sin solución de continuidad, y que si está hecho a conciencia es una chapuza indigna de aquellos excelentes trabajos de montaje de los films clásicos de la Hammer. Yo, ya digo, al menos me sirvió para constatar el preocupante abismo que se abre entre el concepto de "artesano" hoy día y el modelo en el que supuestamente ha de basarse. Francamente, dudo mucho de una "segunda vida" para la productora...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!