martes, 2 de diciembre de 2014

Profesionales



Sexta referencia del SEFF'14. Detectada en la atención multitudinaria que el Festival de Sevilla dedicó a Austria, varios nombres sobresalían, incluso por encima de un Haneke más que superado y asimilado por cualquier buen cinéfilo. Me quedé con las ganas de poder ver algo, principalmente, de Martin Arnold y Heinz Emigholz; en cambio, logré acceder a la que creo que fue una de las grandes joyas ocultas del festival. WHORE´S GLORY, última película (literalmente) del enorme documentalista que fue Michael Glawogger, y que se convertiría en su epitafio tras la inesperada muerte del cineasta el pasado mes de Abril, a los 55 años.
Película imprevisible y mucho más abierta de lo que su tremebundo contenido podría hacer sospechar, se trata de una mirada limpia y desprejuiciada al controvertido mundo de la prostitución, y no precisamente en los lugares donde uno podría pensar que alguien pondría el foco o la pluma. Dividida en tres mitades, que no me parecen casuales, Bangkok, un suburbio de Dacca y una apartada "zona" de Nuevo Laredo, en México. La profesión, la miseria y la resignación; me parecen tres términos que calzan a la perfección con cada segmento, tan diferentes, tan cercanos. La profesión en Bangkok, donde las prostitutas fichan y se santiguan antes de entrar a trabajar e ingresar a "la pecera", una urna gigante donde son expuestas y pueden sentirse agusto, charlando de sus cosas, mientras algún cliente las escoge, momento en el que son llamadas por un altavoz. Antes, Glawogger ofrece un puñado de fascinantes imágenes de un espectacular domo desde el que realmente son las prostitutas las que eligen a sus potenciales clientes en la misma calle y a base de puntero láser.
Bangla Desh es otra cosa. El suburbio sin nombre es una gigantesca ciudadela, casi una fortaleza; conocida como "La ciudad del placer", allí son arrojadas cientos de muchachas (niñas, en realidad), sencillamente vendidas por un poco de dinero que permita vivir un poco más a sus madres. Miseria, suciedad y desesperación, porque lo que les podría esperar fuera de esa prisión que se cierra cada noche es aún peor. Y por último, "La Zona". Situada en Nuevo Laredo, se trata de un poblado enteramente habitado por prostitutas de toda índole, edad y condición. Con la ventaja de poseer su propia habitación y no depender de ningún extorsionador, aquí las prostitutas hacen su ley, algunas son incluso camaradas, y casi se podría afirmar que han logrado constituir un extraño matriarcado, una ciudad en la que los hombres sólo pueden estar de visita.
Una película impresionante, que no sólo no juzga ni condena, sino que además posee una belleza incómoda, cincelada a corazón abierto y creo que enteramente dedicada a esas "profesionales", sin cuyo concurso no podría haber existido. Si pueden, no se la pierdan.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

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