domingo, 28 de diciembre de 2014

Rincón del freak #181: Cuando la osadía no tiene límites... ¡Pim, pam, pum!...



Luc Besson era un director que solía tener su gracia, su arte y su salero. Títulos como EL PROFESIONAL le granjearon una fama que creo merecida y que le hizo ser el único director europeo capaz de competir con las grandes producciones americanas. Porque estamos ante un magnífico director de cine comercial, no nos vayamos por las ramas. Lo malo le ha venido a Besson cuando ha tomado conciencia de sí mismo y ha pretendido sublimar ese cine de la estética y la estlización hasta el punto de querer convertirlo en otra cosa, una burda reflexión filosófica acerca del origen de las cosas... Así, sin anestesia. Es curioso el paralelismo, por tanto, entre la tontorronísima premisa que sustenta a LUCY, su último film, y esa elefantiásica autoproclamación de "yo puedo con todo", que si ya era patético en Yanquilandia, no digamos en el viejo continente. Y quiero decir solamente con esto que LUCY se desbarra ella solita y sin que nadie le pregunte; empieza jodidamente bien, al estilo que mejor le va a Besson, que es el del ¡Pim, pam, pum! alocado y anfetamínico; durante un tiempo parece un cruel relato sobre extorsión, drogas y mafiosos sin escrúpulos, pero no, resulta que nos vamos a sacar de la manga a Morgan Freeman explicando el uso del cerebro humano en una conferencia y, seguidamente, a Scarlett Johansson (y aquí sí que no me la creo, con todos esos tics y gestos raros) convirtiéndose en Neo (sí, el de Matrix) porque se le ha desparramado un paquete de droga que llevaba injertado en su cuerpo. Bueno, podían haber dejado los mamporros, la escena del coche (muy bien rodada, por cierto) y a los coreanos poniendo caras mientras son acribillados (escena recurrente de hace diez años para acá). Pero no. Será que Besson se hace un poco mayor y nos lleva directamente... ¡Tachán!... ¡Al origen del universo!...
Toma ya...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!