viernes, 8 de agosto de 2014
Amoralmexicana
SANGRE fue el primer largo de Amat Escalante, un depurado ejercicio de estilo, más preocupado de mantener sus (descuidadas) formas que de indagar caminos propios, lo que la hace a ratos sugerente, por momentos incomprensible y, las más de las veces, simplemente idiota. A lo mejor era la intención del director mexicano, pero yo no le veo la gracia, y además esto ya lo había visto en otra parte... (¡Ah, hombre! ¡Reygadas, cómo no!). Feísmo de pulso cero, tensión inexistente, personajes en el límite de lo patrañero y cierto tufillo a naturalidad impostada; que no puede ser, que o es natural o es artificial, y aquí hay mucho tetra-brik de escuela de cine, o demasiadas palmaditas antes e tiempo. Me importa un comino lo que le pase a ese tipo descaradamente feo (demasiado descarado, creo yo), sus soeces escenas de sexo, su agilipollamiento crónico (feo, idiota, aburrido... ¿alguien da más?). Y poco más, porque me da que Escalante ha sabido remontar, no mirarse el ombligo y empezar a darle importancia al guion, cosa que aquí luce por su ausencia. Y me gustaría que alguien me explicase qué debo leer entre líneas en tan poca cosa, porque tengo entendido, si nos ponemos metafísicos, que entre líneas, efectivamente, no hay nada...
Saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
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